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domingo, 26 de mayo de 2013

Can Tuyus s03e19:Diarios, dietarios y notas pop

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En estos días me han llegado a las manos dos libros, dos dietarios, dos diarios...o libros de reflexiones de dos personas a las que admiro mucho y a los que considero amigos y que me hace disfrutar todavía más de su lectura: Estancia de investigación de Enrique Cebrián Zazurca y El arte de mentir de Igor Paskual.

Lo primero si quieres es distinguir entre diario, dietario o libro de reflexiones. Dietario está escrito con vocación literaria y la intención de ser leído y publicado, diario no tiene una intención en principio de ser publicado y muchas veces solamente tiene una primera intención personal, para uso propio y libro de reflexiones te permite distintas veleidades sobre una estructura que no tiene que ser lineal en lo temporal pero que sí que acude digamos a una vertiente vital, de personaje...


Te presento dos dietarios que han llegado a mis manos en un periodo de tiempo corto: Estancia de investigación de Enrique Cebrián Zazurca y El arte de mentir de Igor Paskual


Estancia de investigación es la narración de los días de Enrique, crítico literario, poeta y profesor de la Universidad de Zaragoza. Le tocaba ir a realizar la estancia de investigación de la que habla el título a París, para terminar su doctorado, pero lo que parecía una tediosa labor más propia de otros tiempos, se convierte en la excusa perfecta para tomar notas y reflexionar sobre París, sobre la cultura occidental y sobre el amor. Aparece Gainsbourg, los muertos famosos enterrados en los cementerios parisimos, los lugares típicos, el turista ocasional, el turista accidental, Brassens....es un libro delicado que aumenta de valor al tratarse de una edición muy cuidada, por parte de Víctor Montalbán a partir de las indicaciones de la nueva colección de la editorial Los libros de la Imperdible.



El arte de mentir de Igor Paskual es el segundo dietario que quería recomendarte. En este caso la idea es una serie de artículos, reflexiones o cuentos cortos donde Igor Paskual habla de la última época de su banda de glam Babylon Chat, pasando por sus primeras giras y el desembarco en el star system como guitarrista de Loquillo o sus viajes de los últimos años por latinoamérica o sus otras aficiones: columnista, compositor y autor de relatos. Más allá de la hilazón temporal y de que a Igor le ha tocado de lleno el cambio en una concepción de la cultura y de los medios de comunicación en estos últimos años, hay un relato íntimo e intimista de un muchaco de Gijón que quiso ser una estrella del rock y cuando lo consiguió quiso todavía algo más, que no se le fuera la cabeza con ello, seguir siendo amigo de sus amigos, humilde y creativo. Los Beatles, Buenos Aires, el sexo las drogas y el rockandorllo y los caminos por andar....todo junto en este dietario pop, el Arte de mentir.

Si me permites te voy a recomendar algún otro diario: uno bastante conocido es el que escribió David Byrne, el líder de Talking Heads y editor del sello Luaka pop que se llamó Diarios de la bicicleta, editado en España por Reservoir Books: Berlín, Estambul, San Francisco...Byrne recorre en bicicleta en una mezcla de diario, guía de viaje y manual de manejo de bicicleta urbana. No hay demasiado pop, pero la pluma de Byrne es divertida y audaz.
Hotel tierra de Sabino Méndez. Editado por Anagrama y con mucho menos humor y mitología que Corre, rocker, corre...el compositor de los grandes éxitos de los Trogloditas y adalid de la SGAE nos entrega un diario de los noventa, de la época en la que se curan las adicciones, se estudian las carreras y se sobrevive lo mejor que uno puede. Queda como un friso magnífico del proceso de vuelta a la tierra (de ahí el nombre) de alguien que ha estado subido en un jet privado y tiene que parar, una persona que está bajo miles de kilómetros de agua y sube, reventando la escafandra, viendo cómo le da la luz del sol en la cara mientras trata de no volver a hundirse. Más allá de las historias mil veces oídas de los excesos de los ochenta, es el momento post-olimpiadas y post-expo sevillana, la auténtica resaca...que creo que todavía arrastramos.
Mil violines de Kiko Amat. No podemos considerarlo un diario al uso, ni siquiera un dietario...tiene más de consideraciones personales...sobre la vida y la música pop, sobre la música pop y la vida, que en la existencia de los aspirantes a dandies, literatos y coleccionistas de singles y libros no deja de ser lo mismo. La vida y la música pop, digo, claro. Hemos hablado mil veces de él, pero nunca viene mal volver sobre este libro magnífico.

Servilleta de Bar de Víctor Coyote. Un tipo polivalente este Coyote...Víctor Abundancia, todos lo conocemos, psicobilly, ilustrador, rock latino, esta noche me voy a bailar... autor de relatos (un libro magnífico Cruce perras): Las servilletas y los azucarillos de los bares presentan un universo gráfico que, no por cotidiano, deja de ser interesante, tanto desde el punto de vista artístico como sociológico. Víctor Coyote, visitante de bares y coleccionista de estos objetos, realiza junto a Pepo Fuentes, del estudio Pocateja, un homenaje a estas pequeñas joyas impresas, a través de magníficos collages a los que acompañan imaginativos y enigmáticos textos. No es un dietario al uso

jueves, 13 de diciembre de 2012

La nave de los locos de Loquillo (DRO,2012)

El comienzo del LP es absolutamente abrumador: electricidad, guitarras acústicas y unos buenos órganos para sustentar el fraseo típico del Loco sobre un tema de lo cotidiano, de la clase media al borde de la marginalidad intelectual, un tema La nave de los locos, que se emparenta con Sol, el tema que Sabino Méndez (compositor de todos los temas de este disco) había entregado para Balmoral, la penúltima incursión discográfica de Loquillo. Loquillo, acompañado de aliados como Igor Paskual y Josu García en las guitarras y Santi Comet en pianos, juega con la chulería y la garganta pulida para escarbar en referencias adultas como en Contento, contemplativo, reflexivo y con un punto de pop directo (¿son unas palmadas lo que se escucha?) en Muñecas rusas. Un Loquillo lascivo y susurrante en Paseo solo, Loquillo saliendo del pantano con las botas sucias de barro milenario en Mi bella ayudante en mallas (y dejando claro que todavía falta un trecho para que Nacho Vegas sea el jefe de la cocina del infierno), Loquillo jugando a los satélites del amor en Luna sobre Montjuic, Loquillo junto a Mikel Erentxun para una bucólica Canción de despedida.... Loquillo, clásico y moderno, de negro como la pez que nos salva de las grietas por las que se nos escapa la vida.
Jaime Stinus consigue una producción mucho más acertada que la de Su nombre era el de todas las mujeres (fallida en su concepción, demasiado ampulosa y artificial), dando su espacio a las guitarras acústicas, que dan un toque maduro al disco, un disco bien cerrado, tanto en la ejecución instrumental como en la vocal, con pocos peros (uno esperaba mucho más de las canciones del histórico Sabino Méndez, que no alcanza la matrícula de honor habitual en las presencias de la pluma de Gabriel Sopeña) y un atrevimiento muy por encima de las producciones de rock en España. Seguimos en el camino.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Can Tuyus s03e07: Obsesiones espaciales


El vos los delata, se llaman Fricción, es una banda argentina de los ochenta, su cantante Richard Coleman llegó a tocar en los míticos Soda Stereo y tuvo varios proyectos más, uno muy interesante, muy rollo dark argentino, se llamaba los Siete Delfines. A veces todo se junta, en quince días, vuelve a aparecer Bowie en mi vida... el otro día me estaba mandando correos electrónicos con Juan Aguirre, el guitarra de Amaral, que acaban de publicar una serie de versiones, entre ellas el Heroes de Bowie según la versión de Paralisis Permanente y yo le comentaba que existía una versión de esta banda argentina... si te digo que las versiones de Heroes me gustan más que la original, será de tanto escucharla... me gusta hasta la versión que hay en alemán cantada por el propio Bowie, Helden, muy en la onda de la Berlín más fría...otra ciudad fetiche, por cierto. Bien, además el sábado pasado presentamos un libro, un libro que habla sobre las obsesiones, que busca rendir tributo a los universos ya creados, a los creadores que uno admira y uno de los autores que participa es Igor Paskual, guitarra de Loquillo, líder de los desaparecidos Babylon Chat, que ambienta su relato en una relación apócrifa que mantuvo con Bowie y durante la presentación del libro nos improvisó una especie de monólogo con temas como Starman mezclado con Over the Raimbow o Lady Stardus con My Way...fue muy chulo. Eso me recordó que un de mis obsesiones también fue David Bowie...desde la época espacial hasta la de berlín...





Me obsesionó David Bowie, mucho... a veces uno escucha a los grandes, a Lou Reed con sus intelectualidad de mercadillo, a Dylan con su nasalidad estridente y un evidentes síntomas de demencia senil...a Jagger contando con cuántas mujeres se ha acostado o a Neil Young empeñado en demostrarnos una capacidad viril a través de los desmadres eléctricos...pero Bowie...Bowie siempre ha sido distinto...Bowie en sus canciones te hacía sentir como parte de su banda...escuchabas sus canciones en un bar y parecía que las chicas te miraban con mayor atención, porque sabían que estabas de su parte...no me canso de escuchar los discos de Bowie, hasta le perdono el pelo cardado de rey de los Goblins en Laberinto.



Mi segunda obsesión de la noche y quería llegar hasta aquí para proponerte algo, es Philip K. Dick... autor de ciencia ficción, han adaptado varios relatos suyos al cine, por ejemplo Desafío Total o Minority Report...Dick fue un beatnik tardío en la California de los sesenta, demasiado acelerado por las anfetaminas como para preocuparse de la marihuana....llegué a él por un biografía que me regaló Sergio Algora, Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos escrita por Emmanuel Carrere, al que te recomiendo encarecidamente, no solamente por esta biografía, también por alguna de sus novelas, el Adversario es un libro maravilloso dentro de lo trágico. Bueno, Philip k. Dick, podría haber sido WilliamBorroughts, podría haber escrito canciones para Jim Morrisson o haber competido con Charles Manson a ver quién conseguía más adeptos en su comuna, pero también fue capaz de escribir historias maravillosas, evocadoras...historias que eran una metáfora andante de la vida, a través de la imaginación y de la cibernética. Me gustaría proponerte ser parte del proyecto Cubit (en realidad es un guiño a Ubit)...estoy escribiendo, hace mucho que no lo hacía, estoy escribiendo. Llevaba demasiado tiempo sin escribir. Demasiados días alejado del teclado, uno no sabe si es la felicidad o el aburrimiento...o la distancia.