El mexicano Jordi Soler ha publicado recientemente dos magníficos libros: El primero "Salvador Dalí y la más inquietante de las chicas yeyé", una serie de ensayos novelados sobre distintas personalidades que han marcado de un modo u otro el devenir cultural, político y social durante el siglo pasado. Un repertorio ecléctico, en el que tienen cabida desde el médico personal de Elvis Presley o los distintos seres vivos que marcaron la carrera espacial durante la guerra fría. Personajes relacionados con el pop, como una Janis Joplin humanizada (y en la que no falta la conocida anécdota que desembocó en la composición del "Chelsea Hotel" de Leonard Cohen), con el deporte o la Revolución Mexicana. Entre sus páginas culebrean las situaciones curiosas que se van hilando hasta crecer y desbordar al lector, entre casualidades y amor por las palabras. La intrahistoria contada a ritmo de bolero, las esquinas de las biografías que a través de anécdotas se bifurcan en una red que te atrapa. Jordi Soler dirige la lupa hacia las partes más oscuras y nos devuelve historias sorprendentes que te dejan con ganas de más. La segunda entrega de Jordi Soler es una estupenda novela, "Diles que son cadáveres". Con el colmillo afilado del que que sabe entender la parte primordial que el humor tiene en la literatura, Soler recrea una especie de insolente "Road Movie" ambientada en Dublín, en la que una serie de estrafalarios personajes, incluido el trasunto del autor, recorren la geografía irlandesa siguiendo la pista del paso del escritor Antonin Artaud por las tierras celtas. Escrita con un ritmo impecable y una ironía metaliteraria de primer nivel, vida y poesía se entremezclan a través de un cuadro delirantemente costumbrista. La narración, construida a través de retazos de la biografía y los viajes iniciáticos del poeta francés, que se entremezclan con una galería singular de situaciones y lugares en el presente, es un festín literario. Dos libros unidos por el nexo común de la media sonrisa, de un autor que amasa su universo a través de referencias conocidas que crecen a través de su técnica sobresaliente.
Reseña aparecida en el suplemento Artes y letras del Heraldo de Aragón (Jueves 13 de Octubre de 2011)