Escucha
mis palabras: adorarás el desempleo
como
yo abrazo la fe en las buenas conexiones
a
internet.
En unos días entramos a grabar el nuevo material de los Experimentos in da notte. Repetimos el formato: tirada corta, EP de menos de siete temas y una presentación (en este caso en la Ley Seca el sábado 23 de Marzo) en la que con la entrada regalaremos el disco. He estado escuchando más música de la habitual para escribir los textos. Buscaba la rítmica de los beats, porque al final, es lo único que nos queda...rítmica beat, rítmica de vagabundos del Dharma, de subterráneos, de aullido...aullido analógico, amor analógico, redención... prueba y error, inacabado. Han sido meses duros, muy duros...siguen siéndolo...paro, muerte, adicciones mal curadas, todo en un círculo de fuego en el que es tan difícil adentrarse como intentar huir de él.
En las maquetas, en las demos que me ha pasado Pablo Malesta hay mucho humo, hay metales, no hay guitarras, baterías y bajos, muchas baterías y muchos bajos. Hay electricidad, hay sintes, hay mantras largos, larguísimos. Pablo está muy metido en Tom Waits y le pasé una grabación sobre un texto recitado de Kerouac: One last night on earth, también cosas de pecados con William Borroughts...
Yo voví a Leopoldo María Panero, más por vicio, por Así acabó la banda Morán, que por otra cosa...escribí sobre la Nueva Jericó y las trompetas que escuché una noche junto a mi amigo Diego Inxpirado a la salida del Bacharach...escribí sobre el olor a morfina que trae la manzana de la muerte, sobre las canciones de amor inacabadas...escuché uno de los discos que me han vuelto la cabeza del revés: Cubist Blues de Alan Vega/Ben Vaught y Alex Chilton. Ahí está todo: todo lo que me interesa hoy, el blues sintético, el psicobilly, las baterías y los bajos, los errores que se repiten una y otra vez, las notas sostenidas con un solo dedo.
Me hubiera gustado llamar al disco: Mirar el cielo es un trabajo a tiempo completo. Demasiado largo. Vicente Muñoz Álvarez está muy presente en estas canciones.
Pablo cree en el advenimiento de Bowie. Está enamorado. Yo no espero nada. También estoy enamorado.
Sigo creyendo en Justo Bagüeste. Si algún día se marchara de mi lado tendría que alimentarsme con los sueños de otros.
Estuve junto a ella en Granada el día que murió Enrique Morente y toda la fiebre epiléptica de la vida me sigue recorrido el cuerpo al acordarme. Electricidad y evangelios, evangelios eléctricos, Kábala, hipnosis, amnesia y distintos estados alterados de la conciencia.
¿Y Leonard Cohen? No hay Cohen. Cohen es para otro momento.
La morfina es para ahora. Por eso haremos una versión de Morphine, de Jack Kerouac. No habrá guitarras que os salven cuando lleguen las viudas del apocalipsis.
En unos días, en unas horas, entraremos a grabar en el Rothaus Estudio. No sé si son las mejores canciones...el tipo que las ha escrito no se parece nada al tipo que yo era antes.