viernes, 11 de marzo de 2011

Mujer y música de Toni Castarnado (Editorial 66RPM)

La primera referencia de la editorial 66 RPM (iniciativa que parte de la revista musical Ruta 66) es este “Mujer y música”, un recorrido por un centenar largo de referencias discográficas que marcan el camino seguido por la mujer dentro de las distintas manifestaciones de la música popular. Desde las grandes damas del jazz, con sus voces quebradas cantando la música del alma (inevitables Nina Simone o Ella Fitzgerald, pero también propuestas más oscuras como Anita O´Day), pasando por las cantautoras de los años sesenta y setenta (Joni Mitchell o Linda Ronstadt) para terminar en la explosión de la voz femenina de los últimos veinte años (PJ.Harvey o Cat Power). Hay sitio para la representación patria de influencia anglosajona (Maika Makovski o Russian Red) e incluso un hueco para las propuestas latinoamericanas de la escuela más fronteriza (Llhasa). Encuentro, para mi satisfacción, algunas de las que se mantuvieron más apartadas del camino popular, como Juleel Cruise (musa de David Lynch en su época de Twin Peaks) o Anita Lane, la Jane Birkin postmoderna de los Bad Seeds de Nick Cave, aunque está claro que en un libro de este tipo, bajado en listado subjetivo elaborado por su autor, cada uno de sus lectores termina minando la lectura por la inevitable recopilación de ausencias, de nuevo personales, extrañando a Rita Lee y el resto de las acompañantes del Tropicalismo o algo más de las chicas del yeyé europeo que tantas ensoñaciones lúbricas protagonizaron en la segunda mitad del siglo pasado. “Mujer y música” es un libro de prosa ágil, de adjetivo preciso, elevando la narración musical a un elegante ejercicio de constextualización social que permite, a través de un anecdotario evocador y una descripción sucinta, situar cada uno de los LP´s nombrados dentro del compartimento correcto de la memoria colectiva. Cantantes todas ellas, compositoras en la búsqueda de la canción perfecta algunas, pero siempre escasa la parte de instrumentistas y arreglistas, ése sigue siendo un déficit que lastra todavía hoy la integración plena de la mujer en el panorama de la música contemporánea. Toni Castarnado, colaborador habitual de Mondo Sonoro o Ruta 66, nos entrega un auténtico festín de datos, sabroso y efectivo, acompañado de reflexiones, que partiendo de la erudición propia del experto, generan un manuscrito ameno, un manual de instrucciones básico, para entender la evolución de lo femenino en la que es posiblemente, la propuesta artística predominante en la sociedad occidental.
Reseña aparecida en el suplemento Artes&Letras del Heraldo de Aragón (Jueves 10 de Marzo de 2011)

El retorno del abejorro


Mi crecimiento emocional de la adolescencia no quedaría completo sin las imágenes de José María Ruiz-Mateos, enfundado en su traje de Superman salchichero reclamando justicia en la puerta de los juzgados. Uno no acababa de entender qué había sucedido en realidad con Rumasa, y nos quedábamos con Alfonso Arús y su ¡Al Ataque! donde el situacionismo llegaba a límites delirantes, con los actores travestidos de un Ruiz-Mateos disfrazado a su vez. Junto a él pululaban otros mitos, como Jesús Gil, Ramón Mendoza o Carlos Jesús. Todo aquel amasijo de freaks eran el reverso oscuro de la España del pelotazo, del “antenicidio”. Si nos abstraemos de la parodia y el personaje, debemos reconocer la vergonzosa expropiación alevosa que el gobierno socialista de la época, que alcanzó la cumbre en el camino de la corrupción y el amiguismo, realizó. Después de ser desmenuzada y malvendida, Rumasa, Nueva Rumasa ahora, volvió con fuerza, absorbiendo marcas e industrias muy ligadas al inconsciente colectivo (Cacaolat o Apis), aunque la maniobra de los pagarés tenía un tufillo a estructura piramidal tipo Fórum Filatélico que la verdad, uno no tenía que ser Miguel Boyer (con perdón) para darse cuenta de que algo fallaba. Ahora de nuevo, la quiebra y el sálvese quien pueda. Excepto por la ausencia en la televisión de un Pepe Navarro o un Julián Lago zombificado (por supuesto acompañado de un experto en el polígrafo) parecería que el tiempo no ha pasado. Que cuide Botín, aunque ahora no imagino a José María, ya abuelo calmado, dándole “de leches”. Cuidado con el picotazo, Rumasa 3.0 se acerca. En un bar de Zaragoza, en el Bacharach, hay una impregnación propia de Bélmez, en sus paredes: la imagen de Zoilo Ruiz-Mateos (uno de los hijos) lleva años vigilándonos. No descarten su aparición en Torrente 5.
Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del jueves 10 de Marzo de 2011