El vos los
delata, se llaman Fricción, es una banda argentina de los ochenta,
su cantante Richard Coleman llegó a tocar en los míticos Soda
Stereo y tuvo varios proyectos más, uno muy interesante, muy rollo
dark argentino, se llamaba los Siete Delfines. A veces todo se junta,
en quince días, vuelve a aparecer Bowie en mi vida... el otro día
me estaba mandando correos electrónicos con Juan Aguirre, el
guitarra de Amaral, que acaban de publicar una serie de versiones,
entre ellas el Heroes de Bowie según la versión de Paralisis
Permanente y yo le comentaba que existía una versión de esta banda
argentina... si te digo que las versiones de Heroes me gustan más
que la original, será de tanto escucharla... me gusta hasta la
versión que hay en alemán cantada por el propio Bowie, Helden, muy
en la onda de la Berlín más fría...otra ciudad fetiche, por
cierto. Bien, además el sábado pasado presentamos un libro, un
libro que habla sobre las obsesiones, que busca rendir tributo a los
universos ya creados, a los creadores que uno admira y uno de los
autores que participa es Igor Paskual, guitarra de Loquillo, líder
de los desaparecidos Babylon Chat, que ambienta su relato en una
relación apócrifa que mantuvo con Bowie y durante la presentación
del libro nos improvisó una especie de monólogo con temas como
Starman mezclado con Over the Raimbow o Lady Stardus con My Way...fue
muy chulo. Eso me recordó que un de mis obsesiones también fue
David Bowie...desde la época espacial hasta la de berlín...
Me obsesionó
David Bowie, mucho... a veces uno escucha a los grandes, a Lou Reed
con sus intelectualidad de mercadillo, a Dylan con su nasalidad
estridente y un evidentes síntomas de demencia senil...a Jagger
contando con cuántas mujeres se ha acostado o a Neil Young empeñado
en demostrarnos una capacidad viril a través de los desmadres
eléctricos...pero Bowie...Bowie siempre ha sido distinto...Bowie en
sus canciones te hacía sentir como parte de su banda...escuchabas
sus canciones en un bar y parecía que las chicas te miraban con
mayor atención, porque sabían que estabas de su parte...no me canso
de escuchar los discos de Bowie, hasta le perdono el pelo cardado de
rey de los Goblins en Laberinto.
Mi segunda
obsesión de la noche y quería llegar hasta aquí para proponerte
algo, es Philip K. Dick... autor de ciencia ficción, han adaptado
varios relatos suyos al cine, por ejemplo Desafío Total o Minority
Report...Dick fue un beatnik tardío en la California de los sesenta,
demasiado acelerado por las anfetaminas como para preocuparse de la
marihuana....llegué a él por un biografía que me regaló Sergio
Algora, Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos escrita por Emmanuel
Carrere, al que te recomiendo encarecidamente, no solamente por esta
biografía, también por alguna de sus novelas, el Adversario es un
libro maravilloso dentro de lo trágico. Bueno, Philip k. Dick,
podría haber sido WilliamBorroughts, podría haber escrito canciones
para Jim Morrisson o haber competido con Charles Manson a ver quién
conseguía más adeptos en su comuna, pero también fue capaz de
escribir historias maravillosas, evocadoras...historias que eran una
metáfora andante de la vida, a través de la imaginación y de la
cibernética. Me gustaría proponerte ser parte del proyecto Cubit
(en realidad es un guiño a Ubit)...estoy escribiendo, hace mucho que
no lo hacía, estoy escribiendo. Llevaba demasiado tiempo sin
escribir. Demasiados días alejado del teclado, uno no sabe si es la
felicidad o el aburrimiento...o la distancia.