Mi pequeña dama dime cómo te encuentras, acaso decepcionada de verme muerto en la escena.
Miss Tragedia son un dúo, un dúo hermoso e inquietante, una mezcla imposible entre vodevil afterpunk, teatro minimalista lírico e instalación postmoderna . Atrapados por una imaginería pálida, de esa que recuerda los mejores sueños de Neil Gaiman y sitúa a Diamandra Galas en una fiesta de maniquíes organizada por David Lynch, se deslizaron frente a una audiencia estática, demasiado concentrada en el escenario para recordar respirar. Sólo piano y xilófono, sólo estrategia de no-mundo, tan hermoso que duele. Patricia Ladera, sobrada de voz desgranó sus cartas al limbo, llenas de matices y letras escritas en blanco y negro para transportarnos a todos hacia lugares interiores que ni siquiera conocíamos.
Aún sigo respirando entre las gasas, no tengo ganas de despertarme. Noto la luz entrando por el vidrio, arranca la postilla de los dientes. Apunto tus letras, mañana contemplaré los nuevos nacimientos.
MisS tRaGeDiA: Dirección, composición musical y textos. Voz y pequeña percusión.
DiVíNa CöMeDiA: Piano y coros.