Abucheos en la copa del Rey. Noticia suculenta para unos y para otros. Unos porque dicen lo de siempre; mire usted, qué mal está la cosa, que les den la independencia y que les den a secas. A los otros también les viene bien. Unos llaman provocador al Rey y otros azuzan la hoguera del odio. Nada nuevo en el horizonte. Esto es consecuencia de la educación. Son tres generaciones que han mamado el odio hacia “este país” que se llama España. La educación va por dentro, está en el circuito mental de cada uno. Es algo, por lo tanto, difícil de cambiar. Si te han educado con odio, va a ser difícil que te lo sacudas. Estamos de acuerdo.
Ahora viene una consecuencia de todo esto que no debemos olvidar: si la educación puede ser buena o mala, si, como vemos, se puedes engañar a una persona tanto, tendremos que mirar dentro de nosotros mismos a ver en qué cosas nos tomaron el pelo. Habrá que dar un repaso y ver qué se piensa de las cosas. Ortega y Gasset decía que la gente no dedica un minuto de su vida a saber qué piensa sobre algunos temas. Simplemente, cuando surge la conversación, se improvisa. Habrá que cambiar la educación del odio, claro que sí. Pero eso no quiere decir que todo lo que nosotros llevamos dentro sea verdad de la buena.
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Ahora viene una consecuencia de todo esto que no debemos olvidar: si la educación puede ser buena o mala, si, como vemos, se puedes engañar a una persona tanto, tendremos que mirar dentro de nosotros mismos a ver en qué cosas nos tomaron el pelo. Habrá que dar un repaso y ver qué se piensa de las cosas. Ortega y Gasset decía que la gente no dedica un minuto de su vida a saber qué piensa sobre algunos temas. Simplemente, cuando surge la conversación, se improvisa. Habrá que cambiar la educación del odio, claro que sí. Pero eso no quiere decir que todo lo que nosotros llevamos dentro sea verdad de la buena.
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