Estoy enganchadísimo a este blog. Y después de unas semanas de trabajo intenso, sólo me queda terminar un curso a distancia de powerpoint y dos mañanas más de explanada antes de empezar las vacaciones. En las que no sé qué voy a hacer...la verdad. Revisar los textos y la maquetación de los libricos de Resurrección, es una cosa que tengo que hacer. Ir a Huesca a integrarme en la movida oscense-que cada vez parece más divertida que la de Zaragoza, llena de dinosaurios prematuros, conspiraciones políticas y mierdas en general-, quizá apuntarme de "quejica" a algún viaje organizado a un festival burgalés o subir a Trasmoz y respirar. No lo sé. Mi vida ha cambiado mucho en estos últimos cuatro meses y el año que viene va a ser muy raro, distinto, nada salvaje-o completamente desquiciado, quién sabe-. Seguiremos acudiendo a los clásicos. Lina Romay que estás en los cielos.
Mañana no sale columna en el Heraldo. Saldrá el jueves, fans del pomo (esto me lo ha ensañado Jessica, mi ángel de la guarda estos días). No es que la entregase tarde, es por no solaparme con las plumas consagradas.
Una frase de MG que me ha encantado: Todo es posible en Zaragoza, lo más sublime, lo más miserable.
