Este artículo sirve como complemento al especial de Espíritu de Margot (Comunidad Sonora-Aragón Radio) que se emite el 5 de abril de 2011
Gracias a Jesús Jiménez, Ángel Gracia, Sergio Vinadé, Pedro Vizcaíno, Miqui Puig, Javier Benito y David Mayor que contribuyeron de una manera u otra en la realización de este texto.
Miqui Puig, en aquella época cante de los Sencillos, nos da una definición emocional de lo que era para la escena española El Niño Gusano: “No sé si en el momento nos dimos cuenta de que estábamos ante algo muy grande o sólo sonríemos antes lo marcianos que eran esos maños. Años después nos dimos cuenta de que la música pop era algo más que el tópico de las canciones de amor a la vieja usanza, años después vimos a Robyn Hytcock, a los Soft Boys y hasta a Syd Barret, pero con unas connotaciones que hubieran hecho las delicias de ¿Buñuel? El Niño Gusano era claroscuros vitales, unos impulsos únicos, que a día de hoy, 4 de Abril de 2011, nadie ha igualado.”
Situémonos unos meses antes. Solamente unos pocos, Festival Internacional de Benicassim del año 1997: El Niño Gusano tocan algunos de sus clásicos a plena luz del día (Román, La Mujer portuguesa Madame dos Rombos o MrCamping), pero tienen tiempo para estrenar un tema, que curiosamente queda registrada en el vídeo oficial del festival como “Desayunos”, Sergio Algora, con el pelo muy corto, aporrea la pandereta mientras canta: “me gusta más que desayunar, olerte”. Se trata de Ahora feliz, feliz. El anterior disco, El Efecto Lupa, había aparecido en el año 1996, publicado a medias por la multinacional RCA y el sello Grabaciones en el Mar,en un acuerdo ideado por David López (que hoy es dueño de Limbo Starr, donde editan sus trabajos, entre otros, los Tachenko de Sergio Vinadé. El círculo se cierra.), por entonces A&R de RCA y con el que se proyectaba un lanzamiento o crecimiento escalonado de las bandas (se firmaron por aquel entonces acuerdos similares con Australian Blonde, Penelope Trip o Corn Flakes, tal y como nos cuenta Pedro Vizcaíno), por el cual dicha multinacional quería que se trabajara al grupo desde abajo, con la etiqueta de un sello independiente y el respaldo promocional de una multinacional. Así, definitivamente, el tercer LP de El Niño Gusano, iba a aparecer en su totalidad con RCA. El Niño Gusano tiene unas cuantas maquetas preparadas, como nos cuenta el escritor Jesús Jiménez que vive muy de cerca aquella época: “Antes de grabarse El escarabajo más grande de Europa, gracias al propio Sergio Algora, tuve oportunidad de escuchar alguna canción en versión maqueta. Recuerdo “No hay noticias”, que al final fue descartada y recuperada posteriormente para Fantástico entre los pinos. Sonaba larga, cruda, triste y extraña. Recuerdo “Casanova”, mucho más pop. Y creo recordar también “Tolkas”. El título de esta última es anecdótico: en uno de los Shaman Festival de Zaragoza, El Niño Gusano actuaba junto con Dr. Explosion, entre otros. Mientras estos tocaban, El Niño Gusano, entre bambalinas, había acabado con la existencia de alcohol. Así que, a la vuelta de su concierto, la gente de Dr. Explosion tuvo que conformarse sólo con los refrescos: “To’l Kas pa mí, to’l Kas pa mí”, iba gritando el cantante (“Todo el Kas para mí”).”
Al cuarteto inicial (Algora voz, Vinadé guitarra, Mario bajo y Perruna batería), se había incorporado Paco Lahiguera en teclados y guitarras adicionales, puesto que los arreglos que la banda tenía tanto para la grabación como para un futuro directo exigían una mayor pericia instrumental. En princio la intención de la banda es que la producción del disco corriera a cargo de Gorwel Owen (productor de grupos como Gorky’s Zygotic Mynci o Super Furry Animals). No salía excesivamente caro, pero Gorwel Owen tenía una agenda muy comprometida y se buscó un plan B. Al final, se fueron a grabar a la sierra madrileña y lo hicieron con Joaquín Torres (ex guitarrista de Los Pasos). Joaquín Torres había producido a los grandes spanish crooners como Julio Iglesias y Camilo Sesto, además de ser miembro de los míticos Los Pasos (en los años sesenta), de la banda anónima Taranto´s y su nombre aparecía en los créditos de discos como Rockandroll de Tequila, Tormentas Imaginarias de 091 o La Calle del Olvido de Los Secretos.
La banda graba con Joaquín Torres, 16 temas, aunque el primero y el último son una especie de sintonía hecha con caja de ritmos, de nombre Telehueso, así que en realidad son 14 canciones, en una de ellas la voz de Sergio Vinadé es la solista por primera vez en la banda. Cuentan con José Luis Medrano en la trompeta y en el fliscornio, un músico que había grabado con Raphael. Otro crooner con el que había grabado Joaquín Torres, Camilo Sesto, está a punto de grabar coros, pero al final no fue posible (información extraída de la revista nº2 de On The Rocks), Sergio me contó una vez que Camilo Sesto tenía una casa en la misma urbanización que Joaquín Torres, y que se acercaron a su casa, que les abrió la puerta Camilín, el hijo clonado de Camilo Sesto, pero su padre estaba de gira y fue imposible. Según Sergio Algora, Camilo Sesto era el el Scott Walker español. Y nosotros decimos amén. También colabora MªÁngeles Cuartero en la letra de “El Fabricante de alas de mariposa”.
Uno de los primeros que escucha aquel disco, incluso antes de masterizarse, es el poeta y amigo de Sergio Algora, Ángel Gracia, que recuerda: “Sergio grababa el disco, escuchamos la premasterización en mi apartamento de la calle Espino. Recuerdo, como podrás imaginar, el impacto. Es un disco extraordinario.. Sergio estaba radiante. La producción, que era lo que más miedo le daba, le parecía perfecta para esa originalísima mezcla de psicodelia y pop que Sergio fundó.”
El disco aparece el 30 de Abril del año 1998. Edición simultánea en LP y Cd. Jesús Jiménez recuerda el impacto de que le supusieron las canciones: “La primera canción del disco que escuché por la radio, recuerdo perfectamente que fue “La Clínica de la Radio y la Televisión”. Muy pop y nueva ola, parecía un tema todavía del disco anterior, “El Efectos Lupa”. Sonaba muy bien. Aún no me explico por qué ninguna cadena de TV se la agenció para autopublicitarse. El título también parte de otra anécdota: el grupo solía ir a reparar sus instrumentos a un local zaragozano que, precisamente, llevaba ese nombre. Lo curioso del caso es que el dependiente podía sacarte, recién operados, la guitarra o el bajo en una camilla y arropados por una sábana. Igual que si fuera un paciente en estado de convalecencia. Cuentan que cuando el grupo llevó allí el disco y el dependiente pudo comprobar que había una canción con el nombre de su local, no pudo reprimir una lagrimilla.Sin embargo, mi canción favorita del disco es “Un rayo cae”. Me gustan en ella la melodía, el sonido tan pulcro y la letra tan personal, que aúna por igual melancolía costumbrista e ironía made in Algora. Pero también me traen muchos recuerdos muy personales “Ángel Guardia” con unas letras que ahora se me antojan casi proféticas, “El jefe de las Tortugas” con esas trompetas finales que recuerdan brevemente al Hey Hude de los Beatles o “El fabricante de alas de mariposa” a medio camino, salvando las distancias, entre los sonidos de Low y de Red House Painters.”
Aunque no produce la misma impresión en todos los fans de la banda, por lo menos al principio, como nos cuenta Javier Benito (en la actualidad al frente de la Lata de Bombillas): Curiosamente uno de los mejores discos de la historia del pop en España me decepcionó bastante al comprarlo, en esas fechas María y yo estábamos totalmente entregados al Niño Gusano y en la decisión de abrir un bar centrado en el pop y llamarlo la Lata de Bombillas la influencia de ENG y Sergio estaba muy presente, recuerdo esperar con ansias la fecha de la salida del disco y correr a Linacero para comprarlo y correr más aún para escucharlo en una mini cadena en la cocina de casa de mi madre, y entonces la decepción, esperábamos una continuidad con el maravilloso Efecto Lupa y el cambio en el sonido, la producción más elaborada y los arreglos nos sonaban extraños.
El disco, con portada de Óscar SanMartín, un diorama (hasta ahora, siempre se había encargado del diseño de las portadas, con ilustraciones muy características) de unos extraños intraterrenos, con ropajes árticos, realizando una especie de autopsia. Este diorama estuvo en la entrada del nuevo Fantasma de los Ojos Azules hasta su cierre. Javier Benito nos cuenta: “Recuerdo una conversación con Óscar Sanmartín en la sala donde exponía sus cuadros en ese momento en la que hablamos del cambio de sonido y nuestra decepción ante el nuevo disco, Óscar no la compartía en absoluto, pero nos dijo que no éramos los únicos que se lo habíamos dicho y que a él si le gustaba el cambio porque era su mejor disco, el mejor grabado y producido y no entendía como echábamos de menos el sonido guarro y maquetero del Circo Luso, por cierto, habíamos ido a verle para encargarle el diseño de los dibujos de la Lata de Bombillas y el cartel para el festival del aniversario del Shaman en el Rincón de Goya en el que tocarían juntos el Niño Gusano, Manta Ray y los Planetas, un cartel que por muchos conciertos que haga en mi vida es irrepetible y difícil de superar, y un diseño maravilloso como todos los de Óscar. De hecho la portada del disco era lo que más nos gustaba entonces, con ese escarabajopapa impresionante y esa maqueta tan chula.
Las sensaciones sobre el cambio en el sonido de El Niño Gusano tienen continuidad en su presentación en la Sala Oasis, el 9 de Mayo de 1998 como nos cuenta Javier Benito: “Sergio estaba enfermo, no hubo mucha gente y creo recordar que la salida del álbum y el concierto fueron quizá demasiado cercanos para que la gente hubiera podido asimilar los cambios y las nuevas canciones, una idea como de final de ciclo o de que ya no era lo mismo me rondaba por la cabeza.”
A los pocos días, el 14 de Mayo de ese mismo año en la fiesta de la primera edición de los Premios de la Estación del Silencio, repiten escenario junto a Especialistas o Bunbury.
Su directo es demoledor, como nos cuenta Pedro Vizcaíno, “Sonaba ya a banda de verdad. Sin el gracejo despreocupado de los inicios, pero con mucha mas profesionalidad. Me resulta imposible que ambas cosas vayan juntas, y es estupendo que un grupo haya tenido la dos...”
Javier Benito: “Ahora, escuchando el disco no comprendo qué coño pasaba por mi cabeza durante esos días, porque es, efectivamente, su mejor disco y está plagado de canciones hermosas, además, no es cierto que el concierto de Oasis fuera flojo y nos dejó grabadas en la retina varias de las imágenes más tiernas de Sergio, como cuando cantó la preciosa "el fabricante de alas de mariposa" mirando a una Mariángeles a la que se le caía la baba viendo como Sergio convertía en canción el viejo cuento que le contaba de pequeña su abuelo (creo recordar que era su abuelo), se me humedecen los ojos al recordarlo, eran días muy felices... otro gran momento esa noche fue su interpretación de la maravillosa "Papel de regalo" y sus gestos cuando nombraba el cortauñas.”
Paco Lahiguera en teclados y guitarras, Sergio Vinadé en voces y guitarra, Mario Quesada en el bajo, Andrés Perruca en la batería y Sergio Algora, voz, pandereta y en algún tema teclado y, sorprendemente...guitarra de una sola cuerda. Así nos lo cuenta Jesús Jiménez: “ También recuerdo a Sergio Algora, en la sala Oasis de Zaragoza, acompañando el final de “Papel de regalo” con una guitarra de una sola cuerda. Aquella tontería me hacía gracia, no sé por qué. Quizás porque, alejado de toda iconografía de músico pop, Sergio Algora era, efectivamente, el antiguitarrista de una Rickenbacker de doce cuerdas. Una antiestrella, un tipo normal, pero muy, muy especial.”
Esa misma estampa, Algora tocando una guitarra de una sola cuerda se repite en Junio del año 1998, cuando la banda aparece en los Conciertos de Radio 3 e interpretan temas de El Escarabajo más grande de Europa además de una extensísima versión de El Capitán Mosca, muy en la onda de la remezcla que aparecería como cara b y en Fantástico entre los Pinos. Otro documento que se puede recuperar en la red. A finales de año aparece un libro clave en la poesía de Algora, Paulus e Irene, entre sus versos se adivinan algunas de las letras de El Escarabajo más grande de Europa, concretamente en Duerme.
Un libro en el que la enfermedad que atenazaba a Sergio Algora está muy presente, tanto que lo obligará a someterse a una complicada operación que lo deja muy tocado por aquellas fechas y que hace que casi se pierda uno de los conciertos más míticos realizados en la capital aragonesa, el festival del Shaman del 18 de Septiembre de 1998, como nos recuerda Javier Benito “También recuerdo muchísimo el día del concierto en el Rincón de Goya y el susto que me dio Mariángeles la noche anterior cuando vino al Shaman a contarme que Sergio estaba muy enfermo y era muy probable que hubiera que cancelar el concierto. Al día siguiente un Sergio convaleciente nos regaló un estupendo concierto y nunca olvidaré el abrazo que me dio para decirme que contara con él para lo que quisiera y lo agradecido que estaba por todo. Otro momentazo de esa noche fue cuando perseguí a Vinadé corriendo cuando iba camino del camerino para pedirle que por favor nos cantara nuestra canción favorita del disco en esos días, "Soy ruso señor", y como él, orgulloso, fue a buscar al resto de la banda y con un "hey chicos, que Javi quiere que toquemos ruso, al escenario" nos dio ese regalazo-capricho. En ese momento no podía haber en el mundo dos personas más felices que maría y yo.”
Durante el año siguiente aparecen dos cd-singles: Ahora feliz feliz, con la revisión de la Mujer Portuguesa en la Cara B, grabada en las mismas sesiones del disco en el año 1999, y en ese mismo año, Lourdes, con El Mejor Olor como cara B. De este último cd-single se rueda un videoclip, en el que la banda se traslada a Francia, uniformada de peregrinos, era la única manera de hacerlo sin llamar la atención, por cierto, en el vídeo, en un pequeño papel de doctor, aparece Dionisio Sánchez, un agitador de la cultura más transgresora en Aragón.
Pedro Vizcaíno, capo de GELMAR, considera también que El Escarabajo es el mejor disco de ENG :“Sí, probablemente lo sea, el más completo al menos. No me sobra ni un minuto en ese disco. El más regular. Pero quizás carecía de la increíble chispa de algunas joyas de El Efecto Lupa, como Pon tu mente al sol o Madame Dos Rombos”
Según Jesús Jiménez: “Con el paso de los años, El escarabajo más grande de Europa creo que ha logrado el status de disco clásico de los años 90. Son raros los listados y compilaciones de pop indie español en donde el disco no aparezca entre los más destacados de esa década. Sergio Algora solía decirlo así: El Niño Gusano era como el Cid Campeador. Capaz de ganar batallas después de muerto. Y así es.
En agosto del año 1999 la banda anuncia su separación.
Para Pedro Vizcaíno: “El Niño Gusano está presente para mucha gente, más de las que pudiéramos imaginar en sus mejores momentos”
Para Jesús Jiménez: “Larga vida en mi memoria para El Niño Gusano y para Sergio Algora. Ellos y La Costa Brava formaron parte de la BSO de una parte importante de mi vida. Es escuchar una de sus canciones y sobrevenir un alud de recuerdos de caras, de bares, de conversaciones nocturnas y situaciones divertidas. Parece increíble que hayan pasado más de una docena de años desde entonces y que la portada polar del disco siga resplandeciente, de tan blanca, como entonces.”
Para Javier Benito: “Poco más puedo contar, es un disco imprescindible para mí y evoca algunos de los momentos más felices de mi vida.”
Para Ángel Gracia: “Ahora, lo escucho a menudo, sobre todo en el coche, viajando. Y canto los estribillos. Todas las canciones me hacen, como Sergio hacía todos los días, feliz.”
En el año 2001 el disco, completamente descatalogado, aparece reeditado por Grabaciones en el Mar, de donde nunca debió salir, aunque las condiciones de la multinacional impiden la ansiada reedición en vinilo.
Gracias a todos los que han participado de una manera u otra en este recuerdo, a Sergio Algora, a El Niño Gusano y a una época, más inocente y vital, una época distinta...a veces recordar es el mejor combustible para mañana.
Tema extra: ¿Qué hay de cierto en la rivalidad futbolística dentro de la música alternativa española?, contesta Miqui Puig: “ Fue un partido improvisado, la pelota la pusieron los Sencillos, extendiéndose la anécdota por la memoria del rock patrio. No recuerdo el sitio, ellos delante mío olvidan el resultado y yo no me acuerdo si los de Albacete se llamaban todavía Surfin Bichos o eran ya Chucho. Cosas seguras: Vinade entraba fuerte, Algora se la quitaba rápido de encima y yo caracoleaba sobre mí mismo como Onésimo. Lo demás fue el inicio de una muy buena amistad.”