He conseguido varias ediciones originales de los premios Ciudad de Zaragoza, tanto de poesía como de relato. Las leo lentamente. Los cuentos han envejecido -en mi opinión- mucho mejor que los versos. Aunque existen portadas como ésta que os escaneo aquí que merecen por sí solas toda mi atención. Ya no se hacen diseños así... por lo menos desde las instituciones públicas.