Decir que el directo de Dadá es ahora mismo uno de los mejores de la región suena muy evidente para todos los seguidores de la actualidad musical zaragozana. La banda dio buena muestra de su excelente estado de forma sobre las tablas el pasado sábado 4 de septiembre cerrando las actuaciones programadas en el festival atecano de la Noche sin Techo. Travestidos en una mutación de elegantes trajes y ligueros propios de lumis, los cuatro Dadá más las Dadetes en los coros, bailes y provocación, arrasaron una vez más en uno de sus escenarios fetiches. Una bada que es capaz de llevar a su terreno un tema tan singular como These boots are made for walking, que la dulce Nancy Sinatra inmortalizó, convertiéndolo en una agreste declaración de principios, es una gran banda. Aunque no sólo de versiones viven los muertos vivientes, la verdad es que conseguir impregnar clásicos de Ray Charles o el RockandRoll de los Led Zeppelin de un estilo propio es realmente complicado. Apestoso funk blanco recién salido del pantano, las viñetas sangrientas del Voodo Surf de los Proscritos revisadas, la magnifica sencillez troglodita de los Cramps agitada en un cóctel de absenta y vino barato, todo eso y mucho más son los Dadá sobre el escenario. Hazlo sencillo (dos guitarras, bajo y batería) pero hazlo bien. Teatralidad como en El baile zombi (acompañados por JJ de Teatro Indigesto), ritmo machacón de fábrica que desmenuza almas, actitud, lenguas fuera (lenguas de los setenta, de las de los dedos pegajosos), no wave neoyorquina sin lastres intelectualoides, los remiendos cerebrales de Willian S. Borroughts, Desechables, el glam bastardo...podría seguir, pero mejor váyanles a ver en directo.
El cierre, un delirante guiño a los Siniestro Total y su Bailaré sobre tu tumba, mientras el último punk sobre la tierra (Last punk on Earth), el insigne Santi Ric, hacía el pogo que nos llevaría hasta el amanecer. Esperando con ganas su grabación...el glamour de la locular y el exceso nos están esperando.