Hace unos meses Javier Gil me pidió un artículo para un monográfico de la revista Aula 25 "Educación y cultura", me pedía que escribiera sobre la labor docente...no sabía que la nómina de articulistas incluía a mi amigo Miqui Puig o a mi amigo Igor Paskual... (O Ariel Rot y Lorenzo Silva...y Helena de Facto delafé...)
Total, que me dije, vamos a darle un poco de pop al asunto y escribí un texto sobre las películas ochenteras que suelo utilizar como recurso para las tutorías y las alternativas de estudio, auténticas joyas del cine que los alumnos de la ESO no han visto ni saben de su existencia. Clasicazos, clasicazos. He de decir que las he puesto ya todas y la colección va creciendo.
Quiero dar las gracias a la gente del Pilar Lorengar (en especial a Luis, Javi y Pilar) y a la gente de Monreal del Campo (Elena, María y Eva...y Abel) que me han oído contar estas movidas cien veces antes. Y a Luis C. que me mostró el camino hacia la Princesa prometida.
Para descargar la revista entera aquí. Este es el blog.
y este es el artículo:
Apagad las luces
Con la distribución actual de horarios en la educación secundaria existen diversos momentos a lo largo del curso escolar en los que un amante del cine puede comunicar su pasión por el séptimo arte a sus alumnos: Atención educativa, tutorías... Utilizar los medios audiovisuales, el elemento narrativo o simplemente compatibilizar un rato divertido con un aprendizaje significativo es básico en el proceso educativo presente. Unas veces puedes acudir a las referencias de los programas de orientación y tutoría y otras dejarte llevar por tu instinto docente y tu gusto. Así esta lista de películas tiene mucho de subjetivo y de eficiencia experimental. Un programa doble de buen cine y algo de charla:
1. Las doce pruebas de Asterix (Goscinny-Uderzo): las aventuras del galo más universal y su inseparable compañero Obelix en una adaptación libre de las doce pruebas de Hércules. El recorrido por el mundo en la época romana sirve para conocer los orígenes de la Unión Europea, con sus características (Germanos, galos y helenos hacen su aparición en alguno de los capítulos), también por su caracter clásico nos permite acercar al alumno a los mitos griegos (del mismo modo y para una atrevida asignatura de Cultura Clásica propongo algún episodico de Ulises XXI, sobre todo si eres fan de la ciencia ficción) y a la historia antigua. El peligro de las drogas y la apatía, el uso excesivo del papeleo administrativo o la presencia de lo falsamente sobrenatural en la sociedad actual son elementos que aparecen en la película y que nos sirven para un debate posterior. Ponga un tebeo en sus vidas y los hará más libres.
2. La princesa prometida (Rob Reiner): Clásicazo de los años ochenta. Una adaptación postmoderna de los cuentos de hadas donde el humor absurdo emparenta la producción con las obras mayores de los Monty Pyton. Si evitamos nombrar la horrenda banda sonora de Mark Knoffler (almíbar para la era digital), nos queda una sucesión de gags visuales y escenas memorables para una narración de corte clásico supeditado a cambios de perspectiva surrealistas. Una película que por sus dobles sentidos y juegos de palabras pide ser visionada en un segundo ciclo de la ESO y, si hubiera alguna vez tiempo, en Bachillerato. Uno no puede dejar que sus alumnos se marchen del instituto si memorizar aquello de: Tú mataste a mi padre, prepárate a morir. Espectacular Peter Falk haciendo de abuelo del protagonista de "Aquellos maravillosos años". Ellos no saben quién es Colombo ni mucho menos que aperece en alguna obra mayor de Wim Wenders. Atentos al videojuego con el que comienza la película. Se les saltarán los ojos de las órbitas con ese fosil analógico capturado de algún Atari.
3. Willow (Ron Howard): Es material de George Lucas, con sus efectos especiales Light and Magic. Mucho antes de la mastodóntica adaptación de El Señor de los Anillos el pueblo Peck había mostrado a la"gente pequeña" con respeto y admiración. De nuevo una historia que responde a una estructura folklórica clásica: Héroe novato, compañero bribón, enemigo malvado y un camino de iniciación, pero ¿qué más queremos?
4. Los Goonies (Richard Donner): Hemos guardado para el final "La película". Aunque no se lo crean los nacidos entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta, hay alumnos en España que no han visto esta película. Así que, de nuevo, no pueden irse del instituto sin las andanzas de Slot, Gordi y Cía por los túneles subterráneos de su pueblo. La lucha idealista contra la especulación inmobiliaria, el amor por el pasado, por los orígenes (el ayer para entender el presente), el respeto hacia los que son diferentes (otras razas, deficiencias físicas) y un sabor de genuina aventura marca Steven Spilberg hacen de los Goonies un alegato por la amistad, el sentido del honor y las canciones y cardados de Cindy Lauper. Poco más queda por decir.
Apagad las luces, estad callados...esto va a empezar.