¿Todo bien señor Algora?
Sí, sí, todo perfecto.
Sí, sí, todo perfecto.
Sonaban los últimos estertores de la imprenta y aún sonaban en nuestras cabezas los arreglos de cuerda, el órgano hammond y los coros lúbricos y femeninos con los que habíamos aderezado las voces de cada uno de los personajes de la Lengua del Bosque.
Le habíamos pedido un libro de versos y poesía, ¿qué es esto exactamente?
Sí, verán, si aprietan un poco los ojos, verán que las letras se juntan de manera familiar hasta construir perfectos fragmentos de la más pura lírica. Es una cuestión de pura eliminación de maleza, de dejar respirar el corcho una vez abierta la primera página.
Sí, verán, si aprietan un poco los ojos, verán que las letras se juntan de manera familiar hasta construir perfectos fragmentos de la más pura lírica. Es una cuestión de pura eliminación de maleza, de dejar respirar el corcho una vez abierta la primera página.
¿No debería haberlo escrito usted solo?
Me quedaban invitados que no se marcharon en la fiesta de mi último cumpleaños. Luego también recordé que había sido ladrón de tarjetas de crédito en Portugal, en los noventa, y me pareció feo no volverme a llamar para echarme una mano con la tipografía y las alucinaciones controladas. El resto es gente amable, conocida, extraída en su mayor parte de un curioso almanaque checo del siglo diecinueve. ¿Ha visto que EP de los Módulos más precioso me han regalado?
Me quedaban invitados que no se marcharon en la fiesta de mi último cumpleaños. Luego también recordé que había sido ladrón de tarjetas de crédito en Portugal, en los noventa, y me pareció feo no volverme a llamar para echarme una mano con la tipografía y las alucinaciones controladas. El resto es gente amable, conocida, extraída en su mayor parte de un curioso almanaque checo del siglo diecinueve. ¿Ha visto que EP de los Módulos más precioso me han regalado?
Tiene un aspecto espléndido, casi tanto como esos champiñones…¿Quiere usted compartirlos conmigo?
¿Es el Papa Católico?
Y de fondo Golpes Bajos interpretaban una lisérgica versión de Escenas Olvidadas.
Sergio Algora nació en Zaragoza, ha cantado y hecho fiesta en varios grupos ye-yé. Luego se dedicó a cosas menos serias. Ahora escribe una novela con la firme intención de que vea la luz algún día. Si le haces una foto frente a la sección de libros ordenada por autor, aparecerán detrás de él cinco libros de poesía además de la Lengua del Bosque. En breve un libro de cuentos, A los hombres de buena voluntad. Pero eso no se lo cuentes a nadie.
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