domingo, 14 de marzo de 2010

Crítica de Otoño de Orquesta Triste Diablo




La banda logroñesa Orquesta Triste Diablo entrega este nuevo EP, Otoño. Son cuatro temas autoeditados, que se alimentan con mucho gusto de efluvios elegantes y algo oscuros, cuatro canciones que pivotan entre las evidentes referencias a Tindersticks o Corcobado, pero que cuentan con el punto fronterizo que elimina la pesadez melancólica que podría lastrar este tipo de influencias. Orquesta Triste Diablo escapa de la oscuridad para caer en el pantano con mucho gusto. El disco se abre con Orquesta triste diablo, una declaración de intenciones, cadenciosa y lograda. Una copla para usted tiene el poso trepidante que recuerda al último disco del ex-Smog Bill Callahan, una letra hiriente, de barrios bajos, emparentado con la lírica atormentada del Nacho Vegas más cañí (sin que esto la desmerezca en absoluto, todo lo contrario).Viejo amigo es el tercer corte, exhalando una mezcla de perfume que combina el rock americano que escucha Barry Gifford con los boleros enfermos de Demonios tus ojos. Otoño cierra el disco, con una cadencia arrastrada, casi salmódica, como si en la Casa del sol naciente hubiera nacido un niño maldito, un cierre escalofriante que se complementa con un vídeo en el que la banda intrepreta un clásico de Dylan, "It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry" en directo.

Orquesta Triste Diablo, una banda que promete, con unas canciones muy elaboradas y unas referencias que les pueden llevar lejos. Para contactar orquestatristediablo@hotmail.com

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