domingo, 21 de junio de 2009

Fiesta Rumba Party en el CCUniversidad 20 de Junio


Una cita extraña, las ocho de la tarde de un sábado de junio, para la apisonadora festiva que son los Fiesta Rumba Party, pero las circunstancias lo exigían y un puñado de fieles se arremolinaban en las primeras filas del centro cívico de la universidad para ser partícipes de este ceremonial lúdico que el nuevo proyecto de Nacho Serrano (teclista de Niños del Brasil) ha ensamblado en compañía de algunos de los músicos más carismáticos de la ciudad. Nacho Serrano, como siempre parapetado tras sus ordenadores y sintetizadores, es el cerebro que lanza andanadas de fiesta en forma de programaciones y bajos pulsantes para que los Fiesta Rumba Party mezclen sin miedo la electrónica más verbenera con los samplers arriesgados del primer house y la música disco (impresionante esa adaptación rumbera del Cuba de los Gibson Brothers, recientemente incorporado al repertorio), aunque son también capaces de aligerar el componente hedonista con temas como Desafinado, que en la garganta de Jerry (vocalista del grupo Tatanko, germen de estos FRP) se desliza como un exponente claro de la suavidad subsahariana aplicadas a las músicas del mundo. Jorge Arbués aka Pelvet, es un vocalista dotado para la rumba barcelonesa más pura, esa para las que los patriarcas del barrio de Gracià darían el visto bueno, además de ser capaz de empastar perfectamente en versiones con el That´s the way (I like it) de KC &The Sunshine Band sin problemas, atacar híbridos del bugalú electrificado llevado a los terrenos de la programación ochentera como en el clásico inmediato que es Dos Reyes o el ejercicio de estilo sacado del examen de fin de curso del que cree en la más que posible divinidad de Peret que es Terete. Porque Peret está en todo lo que nos rodea, nos alimenta y nos hace bailar. Y Peret apareció entre los dedos de Nacho “El Niño” Estévez, polivalente (igual es capaz de manejarse en los arenosos terrenos de Chill Out como rasgar las seis cuerdas en violencia mutación rockabilly) y siempre exquisito, cuando el ventilador se impuso y tuvimos ración por partida doble con los clásicos El Muerto Vivo y La Noche del Hawaiano. Mientras tanto Jorge Gil aka Tatanko, dirigía esta inmejorable máquina de baile que son los FRP con el salero tanguero de la gente del malevaje, voz rota y carisma canallesco para este achilifunk del XXI. Si aún no los has visto en directo es que dedicas demasiado tiempo a cosas que no son importantes. Te lo digo yo. A mí los Amaya me salvaron la vida. Algún día entraran montados en un caballo blanco sobre el escenario y entonces sabrás lo que es bueno.
Foto de Gustaff Room

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