Hoy miércoles se presenta, enmarcado dentro de las actividades de la Feria del Libro zaragozana, el esperadísimo nuevo libro de Ángel Gracia, “Destino y trazo” (en bici por Aragón), una recopilación de los artículos que el escritor aragonés fue publicando en las páginas dominicales de este mismo periódico. Ángel Gracia ha sido siempre un escritor pausado: sus libros de poemas – “El libro de los Ibones” o “Valhondo”- están trufados de miniaturas emocionales que conducen al lector hacia un universo particular atrayente por lo íntimo, por la capacidad de síntesis trascendente. Alejado de modas y modismos Ángel Gracia ha desarrollado una carrera literaria apartado de los incentivos mediáticos para centrarse en la escritura pura, la que arde en las manos. Con su primera novela, “Pastoral”, Gracia nos ofrecía una narración orgánica de la metamorfosis paisajística del Aragón contemporáneo, con un protagonista que transmitía la necesidad universal de usar el pasado como cicatrizante del presente. Ángel avanzaba así una parte de este “Destino y Trazo”, que recoge su recorrido en bicicleta por Aragón, eligiendo un itinerario arriesgado, alejado de los lugares comunes que lastran una buena parte de los libros de viajes -obsesionados con revisar una y otra vez los mismos sitios y ciegos frente a la belleza de lo oculto-, una ruta que comienza en la Franja oscense y sigue, deliberadamente, hacia lo más profundo y hermoso de las tradiciones renovadas de las comarcas turolenses. Un libro alguien que ama su región, de un observador ávido, de un escritor íntegro, devoto de la literatura, poseedor de una voracidad intelectual sin límites, amante de los placeres mínimos de la vida. Regocijémonos por la vuelta de Ángel Gracia, estamos de enhorabuena. Ha vuelto el discreto maestro de la contemplación.
Columna aparecida el día 3 de Junio en el Heraldo de Aragón.
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