lunes, 9 de mayo de 2011

La última entrevista será la próxima: Víctor Coyote







Vuelve después de mucho tiempo, demasiado para sus fans, Víctor Coyote a Zaragoza. El próximo jueves subirá al escenario de la Lata de Bombillas para presentar su nuevo LP. Un servidor sólo ha podido disfrutar de su directo dos veces y, curiosamente, ambas en la capital oscense, en el año 2004 en Periferias y posteriormente, junto a los Mestizos y acompañado de la formación de los Coyotes 1984 en la sala Jai Alai y tiene ganas de volver a bailar y disfrutar de los temas del señor Abundancia. Para ir calentando motores, una entrevista con uno de los artistas más originales que hemos podido disfrutar en este país, Víctor Coyote






Víctor, un artista como tú, con una trayectoria donde el eclecticismo es la nota predominante, siempre termina sorprendiéndonos, tanto en sus discos en estudio, como en la propuesta en directo... ¿qué referencias has buscado en este nuevo disco, Dos años luz y cuarto?






Mis referencias, como las de todo el mundo son las cosas que oigo. En este disco me he fijado un poco mas en sonidos folk, pero sin esa carga de trascendencia subrayada que emplean los estudiosos y los amantes de lo auténtico. Y por supuesto es un disco en el que lo dramático y el humor están muy presentes.






Es inevitable que con un repertorio como el tuyo, la selección de temas para el directo sea difícil, ¿qué nos vamos a encontrar los que acudamos al concierto del próximo jueves en la Lata de Bombillas?






Pues un concierto acústico Javier Santos que toca guitarra, casiotone, ukelele, melódica y algunas cosas más y yo, cantando, a la guitarra y alguna cosa mas. La base del concierto será el nuevo disco. Pero tocaremos algunas cosas mas antiguas. La intención es presentar el nuevo disco y en ello nos centraremos.






En verano tuvimos una excelente sorpresa, un cd-single de edición limitada, Joven de Cuello Vuelto, que incluía golosinas en forma de temas inéditos y una ilustración. El disco se presentó, curiosamente (o quizá no tanto) en la librería Arrebato de Madrid y con Charly Hernández de presentador. ¿Es una manera de volver a dar valor al disco como objeto en la época de lo digital? ¿Por qué una librería para presentar un disco?






Bueno, la presentación en la librería fue la del disco este, no la del single. Incluír una serigrafía con un single es una manera de dar 2 por 1. De todos modos y hablando de era digital, lo del CD o el libro como objeto no es La Solución. Y a veces el objeto es sólo un tremendo y espantoso envoltorio.






Enganchando con la pregunta anterior, hace unos años editaste un libro de relatos, Cruce de perras y hace un poco menos Servilletas de bar, un curioso experimento en el que a partir de servilletas encontradas en restaurantes de carretera se creaba todo un repertorio de aforismos e ilustraciones. ¿Tienes pensado continuar con tu carrera literaria? ¿Algún proyecto próximo? ¿Qué opinas de los músicos que se meten a escritores?






De los músicos que se meten a escritores opino lo mismo que de los abogados que se meten a jugadores de billar. No tengo nada a favor ni en contra. Yo, que soy gran amante del intrusismo artístico y que lo practico constantemente no tengo problemas de corporativismo. Ahora, que me guste lo que haga el músico, el escritor, el músico-escritor o que juegue bien al billar el abogado habrá que verlo. Siempre es interesante verlo.






Muchas veces tendemos a mitificar los ochenta y generar un aura de momento culmen, de eclosión... tú que llevas tantos años y has visto pasar décadas, modas y corrientes, ¿no piensas que, aunque el mercado discográfico se encuentre en decadencia, la abundancia de propuestas, tanto en lo musical, como en lo literario o pictórico, la posibilidad de acceso a las mismas, los modelos de gestión alternativo, hacen que el presente ofrezca, tanto en cantidad como calidad, un panorama mejor?






Sí. En concreto con respecto a las letras de las canciones. Me parece que son mejores hoy. Pero los 80 no fueron en absoluto mejores en todo: en arte, los 90 fueron mucho mas interesantes. Y en cine y literatura, ahora mismo es un buen momento. En lo que sí era mejor yo en los 80 era en juventud: era mucho mas joven que ahora.






¿Rumba, tecnopop o garage?






Si hablamos de Peret, The Human League y The Trahsmen, pues los tres.










¿EP de cuatro temas, ipod de 6 GB o mixtape en cassette con olor a celofán?





¿Olían a celofán las cassettes? No, olían a cerveza rancia y colillas de coche. Ípod de 6megas










Los Mestizos, Héroes del Silencio o Niños del Brasil






Los Mestizos










El último disco que has escuchado hoy:






"The Ghost who walks" de Karen Elson










El último disco que has dicho: Ya me gustaría sonar así:






Be Brave de Strange Boys. Mira que yo he sonado carracho, pues ellos me ganan.










El último tema (de la vida) sobre el que has pensado: tengo que escribir una canción (o que alguien debería escribirla, pero ya)






No pienso en la Necesidad que tiene el Mundo de Oir hablar de un tema u otro. Sobra gente que se cree imprescindible. El mundo puede pasar sin mí y sin tantos otros. De todos modos hace poco pensé en hacer una canción sobre un par de críos ,hijos de cantante de rock, en un catering de backstage. Pero ya te digo que no creo en la imprescindibilidad de hacerla.

La última copa que te has bebido:






Varias de vino ayer. Ni muchas ni pocas.










La última canción que has tarareado:






Sweet Mother de Prince Nico Mbarga. Acabo de oir HIGHLIFE TIME 2, disco del que he hecho la portada. Esa la tenía yo hace tiempo en vinilo.










La última cosa que te ha sorprendido






Siempre me sorprenden los concursantes de "Mujeres, Hombres y Viceversa".










El último grupo que te queda por ver:






Ayer lo hablaba. Los Rolling Stones. Y no pienso verlos.










La última persona que te queda por besar:






No entiendo esa pregunta. ¿Que le tengo que dar un beso a alguien? ¿Que me tengo que despedir? ¿Qué es lo último, el beso o la persona? ¿Que se supone que voy por la vida besando a todos y me quedan aún 333333333333333333333333333333 personas? No sé.









domingo, 8 de mayo de 2011

Crónica de Miguel Ríos para tgusta.com

Aquí la podéis leer, en unos días la subiré al blog.

Crónica de Abraham Boba en la Lata de Bombillas (8 de mayo de 2011)


Volvía Abraham Boba al que es su espacio familiar en la capital aragonesa, volvía con una banda muy sólica, con Eduardo Baos al bajo, Pablo Magariños en percusiones y Álvaro Segovia en guitarra, teclado ocasional y mucha actitud psicobilly, que resultó el sostén perfecto para que germinaran con fuerza las malas semillas de las canciones de Abraham Boba, voz, hammond y piano (ocasionalmente guitarra, mucho menos que en su anterior visita a Zaragoza). El concierto se abre con Como en Hollywood para ir desgranando temas de su último LP, Los Días Desierto e incursiones puntuales en sus dos primeros discos (ralentizando en tono pantanoso Las Hermanas Sánchez, explotando la electricidad psicótica de Juan y la Defensa, la belleza a lo Brel de Hagamos algo antes de morir, la valentía susurrante e intimista de Frío o el desborde narcótico de La Vigilia), en un compendio valiente y rugoso de canción de autor electrificada, de elegancia innata, como en la oscuridad benevolente de Otra canción de amor o la soterrada lectura del dietario personal que es Así se vive aquí. Abraham Boba juega con los versos geniales en Fin de año, es sardónico e imprevisible en Cosas que duelen, silencioso pero concluyente en Algunas pequeñas verdades domésticas. Ambientes de arrabal, contacto emocional y una capacidad de generar empatía sin igual para un directo contundente para una tarde de domingo.

viernes, 6 de mayo de 2011

y ya de paso: La Gran Broma Final por Jonás Trueba (grande Doinel!)

Chica de Gama Alta de Igor Paskual

El Mal Terror

Tranquilos lectores que no hablaré en esta columna de las películas de bajo presupuesto, donde el gore y los malos maquillajes más que asustar dan risa. Y eso que así, posiblemente, mis lectores más gafapasta disfrutarían de su ración de postmodernidad. No, me centraré más bien en los dos hitos que en estos últimos días han resquebrajado la telaraña que sustenta el delirio asesino: Bin Laden y Bildu. Nadie puede congratularse de la muerte de una persona. Ni aunque sea un carnicero parapetado tras un turbante, un kalashnikov y un chalet de lujo en mitad de Pakistán. Nadie cuyos parámetros morales vayan un centímetro más allá del “ojo por ojo”. Hablo de moralidad cuando es evidente que la fe ciega que alimentaba a Osama y sus acólitos escapa de cualquier valoración en término de principios. Por eso mismo la actuación del gobierno norteamericano coloca Bahía de Cochinos casi como una acción democrática y consensuada (iba a escribir, “pone en valor”, pero esta columna me está quedando un poco progre). Y aunque la dificultad legal de poner al terrorista Bin Laden frente a un tribunal hubiera sido mayúscula, eso hubiera situado de una vez al tan manido “Mundo Libre” en una posición, y vuelvo a lo moral, de superioridad como se consiguió en los Juicios de Nuremberg. Mientras, más cerca, mucho más cerca, la sombra del chantaje recorre España. Pancartas avisando a ZP la vuelta de la violencia en el caso de que Bildu (la serpiente de las mil caras, siempre con el hacha cerca) no contamine con su presencia las elecciones. Aquí sí que se trabaja con la ley en la mano, eximiendo del hedor con el que ETA pretende impregnar de nuevo las listas, en su búsqueda porcina del dinero público. No quiero la vuelta de las papeletas manchadas de sangre, otra vez no, por favor.

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón de 5 de Mayo de 2011

Presentación en Madrid del libro Poetas en los Jacintos



Libro en el que participamos Ana Lacarta y un servidor y al que nos invitó a participar el Koala Lucas Rodríguez. Mañana en los Jacintos