viernes, 28 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
Comparando medicaciones: una conversación con Leopoldo María Panero
Leopoldo María Panero fue al Festival de Periferias en Huesca.
También estaba Ismael Grasa. Hablé con Algora por teléfono.
Lo que queda de la conversación (y una firma)
También estaba Ismael Grasa. Hablé con Algora por teléfono.
Lo que queda de la conversación (y una firma)
El hombre que mató a Leopoldo María Panero, el hombre que cree ser Leopoldo María Panero, el hombre que nos ha engañado a todos durante años haciéndonos creer que es Leopoldo María Panero.
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Boca abierta, si miras dentro puedes ver los demonios. Ninguno trata de escapar, todos se encuentran demasiado cómodos en su interior. “¿Azazel?” le pregunto
Azazel y Legión son dos de los pocos demonios que no he incluido en mi último libro de poemas. Tratado sobre esquizofrenia.
Han pasado varios días y pienso que necesitamos al loco para estar seguros de que nosotros somos los cuerdos. Como cuando alguien te pregunta si el baúl es grande, la pena larga, la piña sabrosa…comparado con qué… ¿cuerdos? ¿Comparados con quién?
Vuelvo sobre lo mismo. ¿Cuánto hace que este esquizoide se hace pasar por el impostor que ya había eliminado antes por la sutil técnica del electroshock a Leopoldo María Panero?
¿Eres masón, Leopoldo? Filomasón. Javier Bardém y su hermano son masones, llevan meses los enfermeros del manicomio de Gran Canaria tratando de secuestrarlos. Lorca fue asesinado por la república. Necesitaban un mártir –los rojos no tienen a Cristo, matan a sus ídolos por envidia, como los padres de un niño judío que le dejan regalos junto a la cama la noche de reyes-
La masonería catalana fue fundada por un vasco […], nombre ininteligible, intraducible, como los dioses cósmicos de Lovecraft. ¿Qué grado tiene Leopoldo? Grado 33. He escapado del sanatorio, los enfermeros tratan de volverme loco y yo hago lo mismo con ellos. Me deshacen la cama, la cama que ellos mismos han hecho. Ahora el vasco ha comprado todos los McDonalds del mundo. Se ha escondido de los enfermeros. Es una pena porque no puede disfrutar de su dinero.
[En Gran Canaria una mujer asesina a su sobrino y se presenta frente al juez con una bolsa que contiene la cabeza del chico. Con ella en la mano trata de demostrar su inocencia].
Suena NO WOMAN NO CRY en el hilo musical del restaurante desierto. Apolo en la esquina de una calle de Huesca. Comemos solos. Un hombre gordo entra en los baños al principio de la conversación y puedo jurar que tres horas más tarde no ha salido. Ectoplasma, benzoacepina. Eso pone nervioso a Panero. Dos mujeres más también entran en los baños. Pero ellas sí que salen. NO WOMAN NO CRY, la feminidad, de lo femenino.
Los malos escritores son delincuentes, ellos lo saben, deberían estar en la cárcel. Encerrados. Llamo con el móvil a Sergio, está de camino al Garbanzo Rock para tocar con la Costa Brava. Tendría que haberle pasado mi libro. Ya no más cocacola light, dejé de contar a partir de la decimoséptima. Le comento al enfermero si no le va a sentar mal… Leopoldo no ha tomado la medicación para estar más lúcido en la conferencia. Dualidad. El tabaco que fuma vale a un euro el paquete. Bull. Red. Deseo de ser piel roja. Mi mejor libro sigue siendo Así se fundó Carnaby Street. Es del que estoy más orgulloso.
Panero no entiende de rockandroll, aunque muchos líricos de lo maldito aullen malas imitaciones suyas subidos a un escenario. Bunbury es muy guapo. Me ha dado un cheque de 750 euros, pero seguro que me debe más dinero. Es un cheque cruzado, sólo admito de esos. Pura, como la heroína que no le ha matado tras años de consumo, así es la poesía de Panero, libre de los lastres que los rapsodas y sus canciones han colgado de los versos de los demás.
Hablar con Panero, escucharle más bien, es como tratar de seguir a un extranjero que habla rápido. Si entiendes su idioma sólo captas retazos. Salta al italiano para hablar de Pavese. No me gusta como narrador, aunque sí la forma en la que os engañó a todos haciendo que pensarais que había muerto. Arrabal no me gusta, me dio plantón en París cuando yo aún no era famoso. Cuando gastaba hasta el último franco en comprar la bollería más exquisita en las mejores panaderías del barrio latino para luego mojar los cruasans en charcos en mitad de la calle y devorarlos con rabia.
Edgar Allan Poe escribió un relato sobre su editor. Le robaba dinero de sus libros.Lo entiendo todo, no estoy sordo, no hables con extraños, todos por el camino encontramos a nadie. Scott Fitzgerald- el del Gran Gatsby, el de Hermosos y Malditos- llevaba a su mujer a las reuniones con los editores, con los productores que publicarían sus libros o sacarían adelante los guiones. Todo el mundo sabía que tenía la señora Fitzgerald entre las piernas.
Y siento envidia porque Silvia capta su atención de manera más intensa. Homosexual, homosexual, recuerdo cuando ya ha pasado el momento de no sentir celos. Se come sus mejillones. Los mejillones con patatas fritas son un plato belga, salía en un tebeo de Asterix.
Me echaron de Crónicas Marcianas por mearme en los pantalones. No me dejaron levantarme… cosas del directo. Estuve muchos años con ellos, con Sardá, hablando por la radio, me escuchaba toda España. El rey es un bedel y el príncipe su conserje. Me gustaría volver a Crónicas Marcianas. ¿Cuánto dices que pagan, Nacho?
-me llamo Octavio.-
Me lo pasaba muy bien en Crónicas Marcianas. El Desencanto no me gusta, Prefiero veinte años después… es en color. La heroína es mi droga favorita. La he tomado mucho. Escribí un libro sobre ella. Algo sobre el chupar un limón, la llama azul… Leopoldo deja de beber cocacola y se pasa a la fanta limón. Yo llevo tres carajillos de whisky. Se levanta al baño. Vuelve del baño. El enfermero le ayuda a buscar la luz. El enfermero le ha prohibido fumar en la cama. Se levanta al baño, el enfermero le ayuda a buscar la luz. Poco a poco la camisa se sale del pantalón, como un potro que se desboca tan lentamente que no nos damos cuenta de que se nos va de las manos.
Cuenta chistes sobre subnormales, sobre pagar la cuenta, sobre locos. Hola, ¿tú llamas a la radio, verdad? Algunas veces. Y cómo dices que te llamas, dices que te llamas Nacho ¿no?
“Están todos los discípulos y Jesús en la última cena y al acabar Jesús dice: ¿nos hacemos unas rayas? Así, uno a uno se preparan las lonchitas y se las meten. El último es Cristo. Se hace la rula y dice: dentro de unas horas alguien de entre vosotros me va a traicionar… a lo que Judas contesta: Ostias Jesús, cada vez que le das al perico te pones de un paranoico…” Panero Dixit.
“¿Y tú cómo te llamas? Nacho, ¿no?” “Me llamo de muchas maneras, Leo Camaleón, Nacho si me lo llama el hombre que se hace pasar por… pero prefiero Octavio. Es el que más le gusta a mi MADRE”. Panero, por primera vez en las últimas tres horas calla, agacha la cabeza como un anciano que se ha portado mal, enciende otro cigarrillo o lo apaga en una ceremonia que ya se confunde. MADRE MADRE MADRE
Le expliqué a Sánchez Dragó qué era el sol, cómo los grandes cabalistas avisan del advenimiento, cada cierto tiempo de un gran maestro en el guetto judío de Praga. Él nacerá con un regalo dorado, el conocimiento del nombre de Dios, insuflará con él la vida al Golem.
Edgar Allan Poe escribió un relato sobre su editor. Le robaba dinero de sus libros. Se acabó el cd, there are no new songs.
Después de la comida y el café Panero y su enfermero se fueron al hotel. Silvia y yo compramos una botella de Marqués de Cáceres y traté de explicarle la diferencia entre los problemas del poeta con su padre y los que tenía con su madre. Silvia, mientras trasegábamos la botella, me dijo que lo compulsivo del beber cocacolas, el tabaco o la necesidad de mear eran propio de la oralidad perenne en este tipo de trastornos. Dormí siesta, soñé con Peter Punk unos segundos, lo suficiente para sentirme ridículo por lo mitómano de mi comportamiento. Seguimos hablando al despertarnos y cuando llegamos a la charla el calor era insoportable, la gente se había concentrado en el Aula Magna del Matadero para ver a un mono de feria interrumpiendo a un pesado, palizas, insoportable catedrático adicto al onanismo mental con la obra del poeta. Por la noche, mientras veía a Víctor Coyote, Ismael Grasa coincidió conmigo…"ni uno solo de esos tipos se habrá comprado nunca un libro suyo”. Que les jodan, que les jodan a todos… que se vayan al circo a ver a Angel Cristo comido por los leones como un cristiano fuera de época.
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