El mejor concierto del año en los escenarios zaragozanos. Con esto podría ser suficiente, con esto deberías llenarte de arrepentimiento y convertirte a la religión fatus. Pero no lo harás y pronto iremos a por ti. Ascendido al grado de comandante de campo, junto a Cortocircuito y Alf, mi narración está sugestionada por las confusas luces de los baños y el sidral. Yo estoy dentro, tú estás fuera, los dos estamos dentro. Will Spector, protopunk con bases electrónicas, psicobilly oscense, como si estuviera en el ADN de una hipotética línea sucesoria entre los Ejercicios Espirituales y Los Muertos. Abrieron con un clásico del repertorio, Tan acojonado para seguir con dos temas de la última hornada, Era glacial y El desastre del año. Primera parada en el imaginario tóxico del amor, sexo chungo y estimulantes cortados de mala manera: Las chicas guapas es una canción perfecta, con arreglos que nos recuerdan a los Black Grapes y un estribillo asesino. Por petición popular y lubricados por la mezcla de ginebra y sudor, intentaron arrancarse con su versión esquizoide de La nieve ardía (¿renovadores del folk aragonés o vacilones al servicio de una modernidad bien entendida?, no lo sé, les dejo a ustedes la pregunta y la respuesta), pero el descontrol de las bases programadas nos permitió contemplar uno momento único, Charly Aquilué y Guillermo Bruno. Llegaba el momento para las lentas, consumados practicantes del acercamiento con pretensiones libidinosas, Los Fatus encadenan Me encanta y Rapapolvo, en un ejercicio de ironía que convierte cualquier canción de amor en un alegato cursi. Y digo cualquiera. Cuando comenzaron los primeros acordes de Your mother&Your Father follan todos nos dimos cuenta que el temblor llegaba desde lo más profundo de las catacumbas, mezcla a The Cramps con Freud y solo te acercarás mínimante al nihilismo reinante en esos tres minutos de canción. Por aquel entonces Eugenio, coros y pandereta de los Fatus, un híbrido entre Popeye y Bez, se había hipervitaminado suficientemente como para tocar las maracas con dos copas de gintónic y Baila! era una exigencia vital para el público congregado en la Ley Seca. Música de baile para perdedores, aficionados de mingitorio y cubatas derramados, onanistas incontinentes que encuentran su hábitat natural en el Coche escoba aka Camión de la basura. Baila, baila por Dios, es en la ausencia de los gallos cuando uno asume la falta de un mañana...creo que es de eso de lo que habla La vuelta a casa. Ciento treinta y cinco segundos de acelerada desesperación, de indigestión de kebabs, de casiotones con las teclas destrozadas. Y en los bises, Le gusta fumar M, como si Ornamento y delito no se tomaran tan en serio a sí mismos (y de paso, Houston tenemos un problema y dale fuerte, bailonga, se aceleraran un poquito, por favor), estudiantes en el exilio de las capitales, mendigando algo de carne tibia o intercambiandolo por una calada de plata, el tema Le gusta fumar M, decadente y revelador de la capacidad lírica y autoparódica de una banda, los Will Spector y los Fatus, que no nos harán mejores personas, pero por lo menos no nos dejarán indiferentes. El cierre, con A tus pies, un nuevo dardo certero surgido de la imaginería incontenible de una banda muy, muy grande. Me siento como Tony Wilson el día que vio tocar por primera vez a los Happy Mondays: "dije que no a Morrissey y afirmo que Guillermo Bruno es el mejor poeta aragonés desde Ángel Guinda". Ahora vengan a por mí, lo aprendí del Justiva, inmolación o muerte, Contador o Muerte!
domingo, 26 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
Nuevas presentaciones de Culpa de Pavlov de Sofía Castañón
Además de una magnífica reseña de Daniel Monserrat en el Periódico de Aragón, seguimos confirmando fechas de la presentación del nuevo libro de Sofía Castañón: la próxima cita será el 5 de marzo en Madrid en la Librería Arrebato a partir de las 20h y con la presencia de la escritora Ana Pérez Cañamares. Seguimos.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Resumen de las últimas Octavillas Pop junto a Miguel Mena: el amor, el frío, la Navidad
Aquí se pueden descargar las últimas entregas de las Octavillas Pop, secciones mensuales en el programa A vivir Aragón de Miguel Mena: Canciones de amor, canciones de frío y canciones navideñas.
domingo, 19 de febrero de 2012
Descarga el número de ROLDE dedicado a Félix Romeo
Os dejo enlaces para descargar mi artículo: Chicas pop en la plaza San Francisco y al índice general. Espero que os guste. La estación de los amores, viene y va.
jueves, 16 de febrero de 2012
lunes, 13 de febrero de 2012
Editorial Comuniter se complace en presentar:Culpa de Pavlov y A la sombra del bonsái
El próximo jueves 16 de febrero a las 20.00 h se presenta en el hall del Teatro Principal la antología de relatos de autores inéditos “A la sombra del bonsái” y el el poemario "Culpa de Pavlov" de Sofía Castañón, editados por la editorial aragonesa Comuniter.
A la sombra del bonsái (Voces de margot, 2012)
En el libro participan los siguientes autores: Patricia Shelly, Javier Plo, Diego Garulo, Marcos Arjona, Fernando Sanz, Javier López Clemente, Ramón Aznar, David Yañez, Pablo Díaz y Manuel Sanz.
El libro pertenece a la colección Voces de Margot y ha sido coordinado por Juan Luis Saldaña y Víctor Montalbán.
Culpa de Pavlov de Sofía Castañón (Colección Resurrección, 2012)
Pavlov tiene la culpa. Con un sonido, salivamos. Repetimos como autómatas modelos aprendidos. Creyéndonos la fórmula del éxito, insistimos en equivocarnos.
Culpa Pavlov, que recibió en 2008 el Premio de Poesía Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid, aparece ahora revisado y con nuevos poemas en una edición que cuenta con el trabajo del artista Antonio R. Montesinos. Un diálogo entre imágenes y versos que teje una red de teorías y procesos personales.
Las primeras presentaciones serán:
Zaragoza: Jueves 16 de Febrero en el Teatro Principal de la capital zaragozana a partir de las 20h. Junto a la autora estará el poeta y crítico Jesús JiménezHuesca: Sábado 18 de Febrero en el CC. Matadero a partir de las 12h. Junto a la autora estará el artista y compositor Javier Aquilué
Barcelona: Martes 21 de Febrero en el Espai Bohèmia-El nostre racó (C/Bòria, 22-metro Jaume I) a partir de las 21h
martes, 7 de febrero de 2012
Manuel Forega: completamente al margen. Nuevo libro de Lola Editorial
El próximo jueves a las 2oh en la Librería Antígona se presenta el nuevo libro de Lola Editorial, Circular a veces de Inés Ramón y Reyes Guillén. Conversamos con Manuel Forega, editor y artífice de este proyecto. Edición cuidada, limitada, de largo recorrido, siempre al margen.
1. Un nuevo libro en la colección Lola Editorial. Aunque sea un tópico, tiempos difíciles pero algo de belleza siempre surge ante ello...
Tiempos difíciles y feos, sí; pero que Leandro Fernández de Moratín tal vez habría celebrado. Sin aspirar a ser miembro (o sí; quién sabe, si existiera...) de aquella célebre Academia de los Acalófilos que este Leandro fundara, su idea fue un hermoso sarcasmo estético. Yo creo también -como él- en la nobleza de lo nimio y en la bondad de lo horrible; en el corazón de Quasimodo, en la piedad de Grendel. En estos años, en que la estrategia es meternos el miedo en el cuerpo con horripilantes noticias, es más que nunca necesario un chispazo capaz no sólo de prender la antorcha de la beligerancia, sino de hacerlo estéticamente. Cada uno en lo suyo y, juntos, todos en uno. Creo yo que la más eficaz revolución ha de ser estética en su más amplio sentido; estética, digo, no diletante. Mi contribución es muy modesta, pero quiere ser lo más honrada posible.
2. Cuéntanos Manuel, un poco la historia de la editorial, porque has publicado libros magníficos, algunos que ya no se pueden encontrar...y siempre con mimo y mucho gusto
Lola Editorial es un proyecto del que propuse participar en 1988 a varios amigos: a Manuel Vilas, Antón Castro, Miguel Ángel Yus y Alfredo Saldaña. Este primer núcleo de cinco personas se diluyó casi completamente al poco tiempo y por diversas razones. Nos quedamos finalmente Alfredo Saldaña y yo. Y te revelaré (sólo a medias) un secreto que nadie conocía hasta hoy: en las pruebas preparatorias de lo que iba a ser el formato de las publicaciones, varios poetas preparamos unos cuantos textos; entre esos poetas, había uno que escribió auténticas locuras todas meta- y lo hizo bajo el pseudónimo de Odiseus Himnó. Porque él así lo quiere, no descubriré su verdadero nombre (haced vuestras cábalas). Lo acompañaban Ángel Guinda, Mercedes Rincón, Alfredo Saldaña, Manuel Vilas, Miguel Ángel Yus y yo mismo, y lo ilustraban algunos "locos" de Manuel García Maya y un dibujo de Iris Lázaro (el original lo tengo yo en casa). Con el título genérico de "Rerum concordia discors", se tiraron tan sólo 20 ejemplares. Milagrosamente, conservo uno. Se trata de una anécdota interesante para la intrahistoria de la edición y de la poesía en Aragón. Bueno, el caso es que -como decía- quedamos en pie Alfredo y yo, y seguimos adelante con lo que sería la colección "Cancana" de poesía cuyo primer número fue un título del excelentísimo y discreto, además de poco pródigo, Benito Muñoz Montes: "Con la misma piedra". Muñoz Montes es un poeta que va a lo suyo; le importa un carajo todo lo demás, por eso es sincero y renovador en su tenacidad temática. Luego vinieron otros autores: Montale, Guinda, Petisme, Andú, Esquillor... En la colección "Cancana" aparecieron sólo trece títulos, pero a Alfredo y a mí nos cabe la satisfacción de que, entre ellos, se cuenten los inéditos Josef Kostohryz, Antonio Sagredo y Sylvia Plath.
El primero, checo, miembro del grupo literario de Holan, Halas y Seifert; el segundo, italiano, un poeta hermético de la escuela de Ungaretti, y el de la Plath era un texto traducido por primera vez al español. Pero también nos resulta grato que, ahora, con un poco más de perspectiva, fuera Lola Editorial y su colección "Cancana" de poesía las que diera a luz los primeros versos de Javier Sanz Becerril, de Sergio Algora y, dentrode aquella antología ya hace años agotada y prologada por Pérez Lasheras, a Ángel Gracia, a Carlos González (Carlos Bozalongo hoy) y Miguel Ángel Longás. Estos "Cinco jovencísimos poetas aragoneses" se completaban con Juan Manuel Hernández y Javier Járboles. En otras colecciones ("Cantárida" de ensayo o "Albur" de relatos) aparecieron títulos del gran Túa Blesa, de Luis Alberto de Cuenca, una historia sobre el 20º aniversario del "Bonanza", etc.
3. Para el que no lo sepa, cómo es el proceso de edición de los libros, distribución única en Antígona, tirada limitadísima...
El diseño de la colección "Libros de Berna" de poesía breve respondió desde el principio a un criterio restrictivo porque partía de la premisa de que lectores de poesía, lo que se dice buenos lectores de poesía, tal vez no hubiera más de cien. Desde esta tal vez exacerbada convicción, decidí que la tirada sería precisamente de esos cien volúmenes (para ser más exactos y por razones técnicas, ciento uno) y que este principio debería, además, figurar en los créditos. Y así lo hace: en los créditos se lee: "Tirada de 101 ejemplares (para nuestros amigos)". Otra característica que define a esta colección es que sus títulos no se reeditan. Lola Editorial inició esta colección en 1999, haciéndola coincidir con el 14º aniversario de mi hija Berna y con su espíritu y práctica "underground". El autor recibe el 25 % de la tirada, 30 volúmenes aproximadamente se ponen a la venta en la librería Antígona -y sólo en Antígona- y el resto se remite gratuitamente a una nómina mía privada compuesta de buenísimos lectores. Esta colección no tiene periodicidad ni objetivos porque depende exclusivamente de mi disponibilidad económica: si tengo dinero y ganas (sobre todo, lo primero), sale un título; si no, no. El criterio editorial se funda en mi propio gusto. Entre el 2000 y el 2008, este gusto lo compartí con Mariano Castro.
Lo que yo no podía imaginar es que el asunto de la tirada reducida se me fuera, en cierto modo, de las manos; y me explico: los primeros libros (los núms. 1 y 2) se pusieron a la venta a 60 pesetas; con la llegada del euro, el incremento del precio de todo fue brutal, y el papel no se quedó atrás, sobre todo el papel vegetal con el que estos volúmenes se forran. El caso es que, a partir de 2001, el precio del libro fue de 2 euros, luego 3, 5... hasta hoy, que cuesta 8 euros. Pues bien, un ejemplar del nº 1 ("El crucero negro" de André Pieyre de Mandiargues, primera traducción que se hizo en España de su obra poética), fue vendido en Bilbao por ¡43 euros! y otro volumen de Luis Alberto de Cuenca ("Diez poemas y cinco prosas") por 35 euros en Madrid. Cómo llegaron esos libros a esas librerías lo ignoro, y por qué se vendieron a esos precios, también, y quién pueda saber cuál es el perfil de la colección, lo desconozco. El caso es que, hoy por hoy, se ha convertido en lo que quizá nunca quise que se convirtiera: una colección para bibliófilos. Sí, se me ha ido un poco de las manos.
4. En los últimos tiempos has estado bastante activo, tienes algún libro o autor más en perspectiva...
Ocurre que, desde 2008, en que apareció "Sólo para la noche" de Ana Muñoz, los "Libros de Berna" no habían respirado. Tenía un proyecto en el bolsillo, pero sólo eso, un proyecto, porque el bolsillo estaba vacío. Se trataba de un libro de Miguel Serrano, a quien nunca podré agradecer bastante que soportara tanta dilación. Por fin, pillé algo de dinero y fue destinado a ese potente centauro literario que es el "Insultus morbi primus" de Miguel. Estábamos ya en 2011; habían pasado tres años, pero en seguida, y de forma azarosa, se presentó la oportunidad de reunir los textos de Inés y de Reyes que acaban de aparecer. Y tengo otro proyecto en el horizonte, aunque deberá esperar porque ya he agotado la pasta. Se trata de los poemas del autor canario Pedro Betancur, que ya había compartido autoría en los "Poemas de la ausencia"con José Martín Rufete y Jordi Fernández Tordera en esta misma colección.
5. Preséntanos un poco el libro que aparece este jueves y a sus dos autoras...
Yo había escuchado en el mes de marzo, en el "Divino Amore", en un ciclo de lecturas que organizaba la AAE, unos versos de una poeta argentina (Inés Ramón Campodónico) a la que no conocía de nada. Aquellos poemas se deslizaron en mis pabellones como auténticas perlas deshaciéndose en sedosos jirones. Se lo dije: "tus poemas me han gustado muchísimo". Además de esto, durante el festival de poesía "Moncayo" que Trinidad y Olifante organizan en Veruela, Reyes Guillén leyó durante el desayuno del sábado en Litago (en el jardín interior del bar del "Chichi") un poema que había escrito a su amiga Pilar con ocasión de un suceso dramático. Era un buenísimo poema y le pedí que posteriormente me enviara más a casa. Lo hizo. También se los pedía a Inés, y también lo hizo. Ni Inés ni Reyes se habían prodigado en airear sus poemas, y, la verdad, no sé por qué. Muy seguramente por pudor. Ahora sí sé que son dos magníficas poetas.
Yo diría que llama primero la atención su profundo lirismo, su hondura emocional; en las dos se trata de un rasgo muy significado. Las distingue además el hecho de huir conscientemente de la descripción realista y de la anécdota banal; sin embargo, esa interiorización del mundo poético no las enajena, sino todo lo contrario: ambas huyen del "ego sum". Inés Ramón está quizá más próxima a un lenguaje simbolista de riquísimo contenido, lo cual le hace tomar perspectiva, una justa perspectiva, diría yo: ni lejos, para no abandonar su voz, pero tampoco cerca, para no verse atrapada en su propio bucle; y Reyes Guillén, sin que este rasgo simbolista le sea del todo ajeno, inclina más su pluma hacia la cotidianidad, está más cerca del personaje, está más presente en el espacio, su experiencia es más tangible en el tiempo. Las une también, finalmente, una sobresaliente pulcritud formal que las distingue de tantos, de tantas...
Muchas gracias Manolo
De nada. La gratitud es mía.
Tiempos difíciles y feos, sí; pero que Leandro Fernández de Moratín tal vez habría celebrado. Sin aspirar a ser miembro (o sí; quién sabe, si existiera...) de aquella célebre Academia de los Acalófilos que este Leandro fundara, su idea fue un hermoso sarcasmo estético. Yo creo también -como él- en la nobleza de lo nimio y en la bondad de lo horrible; en el corazón de Quasimodo, en la piedad de Grendel. En estos años, en que la estrategia es meternos el miedo en el cuerpo con horripilantes noticias, es más que nunca necesario un chispazo capaz no sólo de prender la antorcha de la beligerancia, sino de hacerlo estéticamente. Cada uno en lo suyo y, juntos, todos en uno. Creo yo que la más eficaz revolución ha de ser estética en su más amplio sentido; estética, digo, no diletante. Mi contribución es muy modesta, pero quiere ser lo más honrada posible.
2. Cuéntanos Manuel, un poco la historia de la editorial, porque has publicado libros magníficos, algunos que ya no se pueden encontrar...y siempre con mimo y mucho gusto
Lola Editorial es un proyecto del que propuse participar en 1988 a varios amigos: a Manuel Vilas, Antón Castro, Miguel Ángel Yus y Alfredo Saldaña. Este primer núcleo de cinco personas se diluyó casi completamente al poco tiempo y por diversas razones. Nos quedamos finalmente Alfredo Saldaña y yo. Y te revelaré (sólo a medias) un secreto que nadie conocía hasta hoy: en las pruebas preparatorias de lo que iba a ser el formato de las publicaciones, varios poetas preparamos unos cuantos textos; entre esos poetas, había uno que escribió auténticas locuras todas meta- y lo hizo bajo el pseudónimo de Odiseus Himnó. Porque él así lo quiere, no descubriré su verdadero nombre (haced vuestras cábalas). Lo acompañaban Ángel Guinda, Mercedes Rincón, Alfredo Saldaña, Manuel Vilas, Miguel Ángel Yus y yo mismo, y lo ilustraban algunos "locos" de Manuel García Maya y un dibujo de Iris Lázaro (el original lo tengo yo en casa). Con el título genérico de "Rerum concordia discors", se tiraron tan sólo 20 ejemplares. Milagrosamente, conservo uno. Se trata de una anécdota interesante para la intrahistoria de la edición y de la poesía en Aragón. Bueno, el caso es que -como decía- quedamos en pie Alfredo y yo, y seguimos adelante con lo que sería la colección "Cancana" de poesía cuyo primer número fue un título del excelentísimo y discreto, además de poco pródigo, Benito Muñoz Montes: "Con la misma piedra". Muñoz Montes es un poeta que va a lo suyo; le importa un carajo todo lo demás, por eso es sincero y renovador en su tenacidad temática. Luego vinieron otros autores: Montale, Guinda, Petisme, Andú, Esquillor... En la colección "Cancana" aparecieron sólo trece títulos, pero a Alfredo y a mí nos cabe la satisfacción de que, entre ellos, se cuenten los inéditos Josef Kostohryz, Antonio Sagredo y Sylvia Plath.
El primero, checo, miembro del grupo literario de Holan, Halas y Seifert; el segundo, italiano, un poeta hermético de la escuela de Ungaretti, y el de la Plath era un texto traducido por primera vez al español. Pero también nos resulta grato que, ahora, con un poco más de perspectiva, fuera Lola Editorial y su colección "Cancana" de poesía las que diera a luz los primeros versos de Javier Sanz Becerril, de Sergio Algora y, dentrode aquella antología ya hace años agotada y prologada por Pérez Lasheras, a Ángel Gracia, a Carlos González (Carlos Bozalongo hoy) y Miguel Ángel Longás. Estos "Cinco jovencísimos poetas aragoneses" se completaban con Juan Manuel Hernández y Javier Járboles. En otras colecciones ("Cantárida" de ensayo o "Albur" de relatos) aparecieron títulos del gran Túa Blesa, de Luis Alberto de Cuenca, una historia sobre el 20º aniversario del "Bonanza", etc.
3. Para el que no lo sepa, cómo es el proceso de edición de los libros, distribución única en Antígona, tirada limitadísima...
El diseño de la colección "Libros de Berna" de poesía breve respondió desde el principio a un criterio restrictivo porque partía de la premisa de que lectores de poesía, lo que se dice buenos lectores de poesía, tal vez no hubiera más de cien. Desde esta tal vez exacerbada convicción, decidí que la tirada sería precisamente de esos cien volúmenes (para ser más exactos y por razones técnicas, ciento uno) y que este principio debería, además, figurar en los créditos. Y así lo hace: en los créditos se lee: "Tirada de 101 ejemplares (para nuestros amigos)". Otra característica que define a esta colección es que sus títulos no se reeditan. Lola Editorial inició esta colección en 1999, haciéndola coincidir con el 14º aniversario de mi hija Berna y con su espíritu y práctica "underground". El autor recibe el 25 % de la tirada, 30 volúmenes aproximadamente se ponen a la venta en la librería Antígona -y sólo en Antígona- y el resto se remite gratuitamente a una nómina mía privada compuesta de buenísimos lectores. Esta colección no tiene periodicidad ni objetivos porque depende exclusivamente de mi disponibilidad económica: si tengo dinero y ganas (sobre todo, lo primero), sale un título; si no, no. El criterio editorial se funda en mi propio gusto. Entre el 2000 y el 2008, este gusto lo compartí con Mariano Castro.
Lo que yo no podía imaginar es que el asunto de la tirada reducida se me fuera, en cierto modo, de las manos; y me explico: los primeros libros (los núms. 1 y 2) se pusieron a la venta a 60 pesetas; con la llegada del euro, el incremento del precio de todo fue brutal, y el papel no se quedó atrás, sobre todo el papel vegetal con el que estos volúmenes se forran. El caso es que, a partir de 2001, el precio del libro fue de 2 euros, luego 3, 5... hasta hoy, que cuesta 8 euros. Pues bien, un ejemplar del nº 1 ("El crucero negro" de André Pieyre de Mandiargues, primera traducción que se hizo en España de su obra poética), fue vendido en Bilbao por ¡43 euros! y otro volumen de Luis Alberto de Cuenca ("Diez poemas y cinco prosas") por 35 euros en Madrid. Cómo llegaron esos libros a esas librerías lo ignoro, y por qué se vendieron a esos precios, también, y quién pueda saber cuál es el perfil de la colección, lo desconozco. El caso es que, hoy por hoy, se ha convertido en lo que quizá nunca quise que se convirtiera: una colección para bibliófilos. Sí, se me ha ido un poco de las manos.
4. En los últimos tiempos has estado bastante activo, tienes algún libro o autor más en perspectiva...
Ocurre que, desde 2008, en que apareció "Sólo para la noche" de Ana Muñoz, los "Libros de Berna" no habían respirado. Tenía un proyecto en el bolsillo, pero sólo eso, un proyecto, porque el bolsillo estaba vacío. Se trataba de un libro de Miguel Serrano, a quien nunca podré agradecer bastante que soportara tanta dilación. Por fin, pillé algo de dinero y fue destinado a ese potente centauro literario que es el "Insultus morbi primus" de Miguel. Estábamos ya en 2011; habían pasado tres años, pero en seguida, y de forma azarosa, se presentó la oportunidad de reunir los textos de Inés y de Reyes que acaban de aparecer. Y tengo otro proyecto en el horizonte, aunque deberá esperar porque ya he agotado la pasta. Se trata de los poemas del autor canario Pedro Betancur, que ya había compartido autoría en los "Poemas de la ausencia"con José Martín Rufete y Jordi Fernández Tordera en esta misma colección.
5. Preséntanos un poco el libro que aparece este jueves y a sus dos autoras...
Yo había escuchado en el mes de marzo, en el "Divino Amore", en un ciclo de lecturas que organizaba la AAE, unos versos de una poeta argentina (Inés Ramón Campodónico) a la que no conocía de nada. Aquellos poemas se deslizaron en mis pabellones como auténticas perlas deshaciéndose en sedosos jirones. Se lo dije: "tus poemas me han gustado muchísimo". Además de esto, durante el festival de poesía "Moncayo" que Trinidad y Olifante organizan en Veruela, Reyes Guillén leyó durante el desayuno del sábado en Litago (en el jardín interior del bar del "Chichi") un poema que había escrito a su amiga Pilar con ocasión de un suceso dramático. Era un buenísimo poema y le pedí que posteriormente me enviara más a casa. Lo hizo. También se los pedía a Inés, y también lo hizo. Ni Inés ni Reyes se habían prodigado en airear sus poemas, y, la verdad, no sé por qué. Muy seguramente por pudor. Ahora sí sé que son dos magníficas poetas.
Yo diría que llama primero la atención su profundo lirismo, su hondura emocional; en las dos se trata de un rasgo muy significado. Las distingue además el hecho de huir conscientemente de la descripción realista y de la anécdota banal; sin embargo, esa interiorización del mundo poético no las enajena, sino todo lo contrario: ambas huyen del "ego sum". Inés Ramón está quizá más próxima a un lenguaje simbolista de riquísimo contenido, lo cual le hace tomar perspectiva, una justa perspectiva, diría yo: ni lejos, para no abandonar su voz, pero tampoco cerca, para no verse atrapada en su propio bucle; y Reyes Guillén, sin que este rasgo simbolista le sea del todo ajeno, inclina más su pluma hacia la cotidianidad, está más cerca del personaje, está más presente en el espacio, su experiencia es más tangible en el tiempo. Las une también, finalmente, una sobresaliente pulcritud formal que las distingue de tantos, de tantas...
Muchas gracias Manolo
De nada. La gratitud es mía.
Librería Antígona y Lola Editorial tienen el gusto de invitarte a la presentación del libro de poemas Circular a veces, último volumende la colección “Libros de Berna”.El acto será presentado por el poeta Joaquín Sánchez Vallés y tendrá lugar el jueves 9 de febrero de 2012 a las 20:00 horas en la Librería Antígona (Pedro Cerbuna, 25) contando con la presencia del editor y de las autoras Inés Ramón y Reyes Guillén.
lunes, 6 de febrero de 2012
Acorde equivocado
En esta Zaragoza de venas levantadas y obras a medio terminar parecía haber surgido un pequeño oasis en la calle Las Armas. La misma que vio crecer a los hermanos Auserón está sirviendo para localizar una serie de propuestas culturales muy interesantes para el desarrollo de la ciudad. Lo único que parecía faltar era que algún espacio se dedicara a uno de los activos más importantes del tejido intelectual aragonés: la música. Parecía que el “Centro musical Las Armas”, un proyecto de largo recorrido, capaz de servir de sustento a la música de base podría ser la solución. Pero ahora resulta que, después de una polémica adjudicación, en la que gestores y productores de la tierra, con larga experiencia en la promoción de la música regional, han sido excluidos de la gestión, no tendremos guitarras, solo una “Escuela formación artística las Armas”, en la que parece que los amplificadores estarán abocados al sueño de los justos en aras de una especie de academia de formación cinematográfica. Seguimos sufriendo una escena musical ombliguista, afanada en la gloria de los conciertos para amigos y familiares, de la queja insulsa que busca la dádiva pública, ofuscados por celebraciones provincianas. También es cierto que no todo es tan “Lo veo todo negro” (toca pinchar a los Salvajes), en la radio pública hay un programa diario dedicado a las bandas de la región e incluso -a pesar de la triste circunstancia de la cancelación de Borradores- tenemos por primera vez en mucho tiempo un espacio para el directo en la parrilla televisiva. Pero hace falta mucho más: iniciativa privada, facilidades para el desarrollo de proyectos y público, mucho más público, que sea capaz de generar el sustrato adecuado para que las buenas propuestas crezcan y salgan de las fronteras de la comunidad. La extraña metamorfosis, aunque sea nominativa, eliminando cualquier referencia a los pentagramas, me produce un estremecimiento (y no como en la canción de los Llopis) ante un futuro nada halagüeño.
Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del jueves 2 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)