domingo, 8 de noviembre de 2009

de domingo

Me han publicado un cuento inédito en un fanzine de Logroño, fanzineforcoppola, si queréis descargarlo pinchad aquí. Espero que os guste. El viernes tuve la oportunidad de tomarme una copa con Agustín Fernández Mallo y me pareció un tío majísimo. Voy a darle otra oportunidad a la trilogía Nocilla (pero primero tengo que digerir el último de Fresán, terminar la mezcolanza Jane Austen&zombis y la selección VVAA de "Matar en Barcelona"). La pinchada de ayer en la fiesta de clausura del festival de cine de Fuentes de Ebro fue realmente divertida, convertimos un picoteo serio en una boda (con conga y trenecito incluido). Gente amiga, gente guapa: Cristina P., Aitana M. (de lo mejor de la fiesta), los Nanuk, el gran Desentre, Carlos Naya... Maribel et moi, combinados con gusto, en vinílico retro...y Pilar Bardem, sosa, diva de tercera, rasposa...en fin, qué voy a contar, mujer lija como dice Ana. Luego en el TNT con los auténticos Vibrants escuchando algo de rockandroll e identificándonoso como deudores del mismos sentimiento. La semana que viene Resurrección (y alguna otra cosa más, así de memoria: El Cuarto Verde en el Refugio del Crápula el sábado, Nacho Escuín presenta su libro solapándose con la fiesta...y vuelvo a los platos del Bacharach el sábado, por cierto). Seguimos para bingo.

viernes, 6 de noviembre de 2009

De Niñeras

No deja de ser curioso que cuando se habla de la situación de la educación secundaria en España todo el mundo coincida en la necesidad de una reforma profunda, basada en una mayor exigencia a los alumnos y un respeto real a la figura del profesor. Pero después: agua de borrajas, se vota en el Parlamento la posibilidad de dotar a la figura del docente el status de autoridad pública —anda, ponte tú chulo con un funcionario de Hacienda— y así reducir el clamor social frente al efecto péndulo —de la disciplina exagerada al “Far West” en las distintas ramificaciones LOGSE— y nacionalistas e izquierda renovando su proverbial afición por el papel de fumar. Y poco después, el ministro Gabilondo tiene la feliz ocurrencia de proponer la obligatoriedad de secundaria hasta los dieciocho años, utilizando el modelo luso como paradigma de la eficiencia en los pupitres. En este perverso sistema educativo, en el que un alumno no puede repetir más de dos años, en el que el limbo de lo obligatorio convierte al profesorado en niñeras y en el que la promoción forzada supone un ladrillo más en el muro del desdén hacia todo lo que suponga esfuerzo, corear la mencionada propuesta como un avance social me parece, como mínimo, insultante. Yo propongo que, si lo que quiere el ministro es hacer descender las cifras del paro, mejor extendamos el periodo obligatorio hasta los treinta años —como en los delirantes plazos de los carnets jóvenes de las cajas de ahorros— y así, entre los ingenieros sin trabajo que se sacarán la oposición a catedrático de instituto y los veteranos de distintos planes educativos, nos ponemos en niveles precrisis. O reduzcamos el fracaso escolar exigiendo el graduado para poder sacarse el permiso de conducir… me imagino al alumnado estudiando en los recreos. En plan tranquilo, además. Y como en Portugal vean que la cosa funciona, seguro que nos copian el sistema.
Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del 5 de Noviembre de 2009

martes, 3 de noviembre de 2009

Dolan Mor


Mi querido amigo, el poeta Dolan Mor (buscad una estupenda foto compartida en las catacumbas de este blog, bueno, mejor la pongo yo directamente), me ha mandado este enlace...merece la pena. Aquí.

lunes, 2 de noviembre de 2009

De tecnocumbia oscense

Cuando Carlitos se despertó en el cuarto de la pensión, en plena intersección de las Cuatro Esquinas, tenía la cabeza y tres de las extremidades del menor de los hermanos Montoya constituyendo su almohada, la quinta de las extremidades —los hermanos Montoya eran una banda de tecnocumbia muy conocida en la única luna habitada de Venus y habían venido a Periferias para interpretar su particular homenaje a Luis Aguilé, cuando los organizadores les vieron llegar y comprobaron que no llevaban ningún tema de Jacko en el repertorio trataron de volverlos a meter en el transporte pero su aspecto no antropomórfico y notablemente amenazador les hizo desistir en el intento. Los Montoya terminaron participando en la segunda edición de la Fiesta del Fin del Mundo— le sobresalía por el culo y Carlitos descubrió, con agrado, que el placer que eso le producía era mayúsculo.

Religiones baratas (y zapatos de Goma)

Sospecho que el Afroman es el resto inconcluso de algún culto primigenio no extinguido. Oriundo de Ciudad Fatus, en la biblioteca, en la zona de consulta de los libros imposibles, existe un ejemplar del Necronomicón. El Tucán silba en el pasillo, Thor ya es casi de la familia. Acudo a la Iglesia adventista del pastor Sebastián Sarah. Los sorprendo en plena ceremonia de resurrección del profeta Lucién Rébola —otro día hablaremos de Lucién Rébola y sus implicaciones en el acelerador de theremines que dio origen al Proyecto Manhattan. Utilizan canciones de Peret, una versión remix de Ludotech con estructura mántrica. En las pantallas instaladas en el templo no dejan de pasar películas viejas de Blue Demmon. Es lo único permitido. Me relajo, mi percepción se asemeja al impacto catódico de miles de malas comedias de situación. He reseteado mi cerebro, he formateado mis sinapsis, tengo cigarras epilépticas bailando sobre las lijas de mi cuello. Me relajo, me relaja...sólo puedo decir : recitemos todos juntos el credo el pastor, por favor.

Fragmento de la biografía no autorizada de Cédric y los Estereotrónicos “Como sigas mirándome así tendré que acabar por irme corriendo”

Una noche, después de una actuación patética en un pueblo de la costa Dorada, mis amigos se hicieron unas caricaturas en un puesto frente al Club Náutico, con uno de esos pintores portátiles que tienen un caballete, una silla y un par de cientos de retratos ridículos de famosos. Eran unos cuadros horribles, todo distorsión y estimulación externa, pero a ellos les hacía mucha gracia, sobre todo los que habían esperado para hacérselo a que acabara con los primeros, cuando el aneurisma del pintor y los modelos tenía el tamaño de un melón. Los problemas de verdad comenzaron cuando, con el tiempo, sus rostros comenzaron a parecerse permanentemente a las caricaturas. ( “ me gustaría mucho conocer/ el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras / comprobar si el pasado impregna los tejidos del mismo zumo acre” Ángel González)