sábado, 6 de febrero de 2010

Jugándomela con perdidos


No pongo avisos de spoiler porque no me da la gana... las dos primeras temporadas de Perdidos las disfruté dobladas al español y en compañía de mis padres. Mi padre, que es un avispado y sé que todas las ideas que tiene son propias porque es complicado que las haya leído en algún sitio (como dice él: "anda, que si leyera lo que tú", bueno, también dice: "si yo hubiera tenido tu altura", esto, sobre todo, referido al tema afectivo/sexual) adelantó en un momento dado que los tripulantes del vuelo de Oceanic Air habían muerto en el accidente y estaban en una especie de purgatorio. Coherente y hasta cierto punto previsible como solución de tránsito. Los propios creadores de la serie desmintieron esta opción. Mi madre ha seguido la serie como una fan tan entregada como yo, revisando periódicamente las antiguas temporadas con el fin de que no se convirtiera todo en un galimatías (que yo ya me veo como el final de los picos gemelos, el unicornio azul, el que salía en Blue Veltet-y haciendo de teclista de los Doors- y Homer en plan paródico dentro de diez años), mientras mi padre desistía. He visto los dos primeros capítulos de la temporada final. Mi teoría... Milton, el Paraíso Perdido, ángeles caídos en el Paraíso, Lucifer (el de la versión de Gaiman, claro), Richard asustado al ver a Belcebú suelto, posesión de cuerpos (aka Posesión a secas), el doble juego de Jacob (como esas revisiones del mito del demonio como un ángel que quiere demasiado), volvemos a Gaiman y la Muerte (el tebeo, el tebeo, el símbolo, el dios de los muertos), porque soy miseria, porque soy legión. No sé si soy muy críptico, pero el quiera entender, entenderá, el que no...las cadenas

De remedos y retazos zombie: por qué sí a Manel Loureiro


Me hace mucha ilusión que la entrevista a Manel Loureiro salga aquí y aquí. Porque los que llevan esos blogs son gente que siempre me han tratado con mucho cariño y a los que admiro como artistas un montón. He salido de la academia de la oposición congestionado de tanto álgebra (alguno de los que me miran con condescendencia se tendrían que leer alguno de los temas y fliparían... desde luego, tanta poesía para acabar sucumbiendo de nuevo a las mates, dónde está la Concha cuando se la necesita...la verdad que con esa mujer-y con Jose Luis Flecha que en paz descanse- aprendí un montón...luego me dediqué a vivir de las rentas, aunque Javier Sayas siempre tendrá un hueco en mi memoria, que era un tío elegante, la verdad...) y he pasado por el Taj Mahal y me he pillado Apocalipsis Island. No espero mucho de la línea de literatura zombie de Dolmen (no mucho más que remedos e imitaciones de Loureiro, la verdad) pero este libro está ambientado años después de la noche de la ruptura y quiero ver cómo evoluciona... tras el indigesto y previble libro de Los Caminantes y confiando en la palabra de Santi Jurado en lo que respecta al Lazarillo de Tormes Z me conformaré con deglutir un poco de material a la espera de La Tercera Parte (sí, con mayúsculas). Dicen que las segundas partes de las trilogías son siempre las mejores (en el Imperio contrataca se cumple, la verdad) pero el ágil cerebro de Loureiro y sus planes de revisión masiva de la sociedad me fascinan.


Sí, yo también he pensado en escribir una novela zombie, pero por ahora me quedo con los cuentos cortos. La próxima entrada..mi teoría sobre qué está pasando en Perdidos (aka Lost). Ayer no podía dormir y vi Pandorum y, si eliminanos al cargante Dennis Quaid y algunos momentos donde el guión no se sostiene (¿en algún momento se explica de dónde vienen los inevitables monstruos blancos y cómo corren tan rápido si prácticamente no se alimentan?) es una película bastante interesante.