jueves, 8 de octubre de 2009

buenas noticias


Me acaban de dar una noticia excelente...ya daré más detalles en breve. Eso se ha juntado con ir a buscar las primeras referencias de la Colección Resurrección que han quedado estupendas (un genio este Víctor Montalbán). Ya les he pasado unas cuantas copias a Toño Domador y David Liquen, esta tarde he quedado con Luis Antonio Puente antes de ir a la presentación de José Antonio Conde en el Ámbito Cultural del Corte Inglés. Será a las 19:30h. Después, a las 20:30h inauguran una exposición en la Calle Indiscreta (el aula de medio ambiente que hay en Cesaraugusto), la gente de Artix. Y, como no hay límite en la ciudad, a las 23:30h a bailar en el Belmondo con los Nubosos dj´s. Zaragoza, mi Zaragoza.


La foto es de una tarde en la Campana de los Perdidos, Jessica Aliaga Lavrijsen y un servidor. Jessica lee a McCabe y yo hago lo que puedo con su excelente traducción.

Panderetas desafinadas

Sólo unos pocos minutos después de que la última ronda de votaciones hubiera encumbrado a Río de Janeiro, los primeros chistes mofándose de la derrota madrileña corrían por la red. Más rápido que la muerte de Michael Jackson, más ácido que el revuelto de Polanski… el ínclito Gallardón lanza balones fuera mientras Álvarez del Manzano en esRadio —sí, le sigo la pista a Federico y más cuando lleva a Jorge Javier Vázquez de invitado— juega al abuelo cebolleta marcando distancias con su sucesor. En España, a toro pasado, todos somos muy listos y contemplo, satisfecho, cómo se incorpora al vocabulario colectivo el término “rotación”. No puedo creer que sea el único al que perseguir una candidatura olímpica en una época de crisis le parezca demencial. Como las moscas y los cañonazos, la exposición de las frutas y las verduras, o Bunbury cantando en Monegros canciones de Sinatra mientras intoxicados británicos se dedican a demoler las habitaciones de los hoteles-casinos. Todo son cortinas de humo y talones impagados a ciento veinte días. La pandereta desafinada es como un cuerno de guerra mutilado que utilizan nuestras diminutas goletas al atravesar el océano, bien alejadas de los atuneros, no vaya a ser que molesten a los piratas somalíes o a la ministra Chacón. De todos modos, si hacen falta unos euros para pagar el rescate —lo mejor, siempre, la estrategia del niño llorón— podemos pasarnos por el Levante, ese hermoso chamizo de trajes, sectas y demanda fluvial donde Camps es capaz de manipular la realidad como un avatar de Matrix cualquiera para poder seguir al mando. Esta España… menos mal que se acercan las fiestas del Pilar y vienen a tocar los Love of Lesbian. Yo estoy planchando el cachirulo.