miércoles, 8 de abril de 2009

Dadme cariño...


…suplica el presidente. Dame veneno cantaban los Chunguitos. ¿Qué distancia existe entre la parálisis social y el balón de oxígeno? En la foto del congreso de UGT sale Mariano Rajoy hierático, y a Nicolás Redondo ya no se le ve cantando la Internacional. Dadle cariño. Yo pienso, tranquilos, a partir de ahora solucionaremos el problema del paro con cariño y pagaremos la hipoteca con amor. Y el IVA de los autónomos con sostenibilidad y energías renovables. Zapatero ficha en el mercado de primavera (y no hay que ser un experto en fútbol para saber que los equipos que lo hacen terminan en segunda) y nadie entre el público (aligero la metáfora: por público entiendo sindicatos sonrientes al 94%) habla de sustituir al entrenador. Pero renovamos el gobierno, con cariño y alegría, y entra el hermanísimo en educación, eso me asusta, el filo sectario asoma tras las sombras de la LOE (¿permitirá a los estudiantes acampar en su despacho?), el dinosaurio Chaves arrastra su corpachón hacia trabajo (una demostración más de la promoción con suspensos, el paro en Andalucía en niveles históricos) y Pepiño fomentará. Temblando me quedo y para darme ánimos elijo un disco –original, por supuesto, no hay que andarse con bromas con la nueva ministra de cultura-, suena la voz de Mike Kenned cantando “Bring a little lovin” (traduzco, para los que como Zapatero, son más de francés: dame un poco de amor) mientras le acompaña un bajo trepidante (debía ser la época del desarrollismo, con perdón). Los Bravos no son artistas de la ceja-me asombra la ausencia de un Víctor Manuel&Ana Belén en la terna, paridad completa al precio de uno-pero transmiten el mensaje del presidente, aunque, como dice el título de un cuento de Miguel Serrano, al final del amor sólo queda el veneno.


Columna aparecida en el Heraldo el 8 de Abril.

Leo Camaleón aka Vinílico Orgánico


Ayer estuve en el cierre de Voces en el Espejo, el proyecto colectivo encabezado por Sonia Llera en el que hemos participado Gabriel Sopeña y yo, aportando su (la de Sopeña) sapiencia y mi (la mía, claro) ilusión por la rapsodia. Hubo un pequeño acústico (piano, guitarra y voz) en el entorno orgánico donde se ha desarrollado la exposición, con temas de aroma latinoamericano (empezaron fuerte con Fito Páez pero luego nos fuimos demasiado a Mercedes Sosa). Luego me piré con la Caníbal a cenar al Bonanza (en vez del macro y moderno festival del Teatro Principal, que no está la época para demasiados aspavientos) y para casa tan contentos.

Me he levantado a una hora prudente y me he pillado unos vinilos en el FNAC bien chulos que probarán su primera aguja esta misma noche en la Casa Magnética. Leo Camaleón aka Vinílico Orgánico con Motown, We are standard, Miqui Puig, Bloc Party o los Fulanos. Y sin miedo a las mezclas (de gintónic a whisky con hielo para cerrar con un destornillador).


Hoy ha aparecido una columna en el Heraldo, la de todos los miércoles...os la pego en la siguiente entrada.

Gracias a Cohen que nos ha dado tanto

Ya es mío, ya he podido escucharlo...me he venido a casa de mis padres para usar el Home Cinema...el secreto de todo: "Dududu".
Gracias.