Siempre me he declarado analógico, siempre estoy esperando la vuelta del vhs o del vinilo, como en un mantra. Como si las ediciones cuidadas, las limitadas, las manuales sin procesado digital fueran a salvarnos. Seguimos haciendo libros, fanzines, grabado cd-r como si fueran mixtapes de TDK. Sigo hablando por la radio porque no hay otra voz en el desierto.
El pasado jueves se presento en la librería Antígona la colección 18% de la editorial Jekyll and Jill. Una de las cabezas visibles y pensantes de la editorial, Jessica Aliaga Lavrijsen, es una vieja amiga. Durante años nos mandamos miles de correos (electrónicos, qué le vamos a hacer) sobre la vida, la cultura y las cosas que nos pasaban. Jessica ayudó a montar Voces de Margot y luego montó su propia editorial...perdimos buen gusto y el mundo ganó buen gusto. Hacer una colección de fotografía es un esfuerzo salvaje, una pasión desbordante y un deseo de captar y mostrar la belleza mayúsculo.
Ana llegó a casa con los libro de Jesús Llaría e Indiana Caba. Eran libros bellos de fotografía orgánica. Yo estaba cansado de viajar, de radios y de Pilares. Algún día escribiré sobre esto, me dije. No han pasado ni cuatro días. Sigue lloviendo y sé que hay gente con restos de sales de plata en los dedos que lo están documentando.