martes, 4 de agosto de 2009

sobre deslices y cachondeitos

Ayer en la tertulia de la Coctelera de ZTV uno de mis compañeros, según el amigo Javier López Clemente, me perdonó un desliz. Yo, hablando de la entrevista a Marcelino Iglesias que apareció el domingo en el Heraldo, defendía que el presidente de Aragón iba a designar personalmente a su sucesor, estrategia que no me gustaba y que hemos visto recientemente en política nacional que no termina de funcionar. Como veo que hay un poco de cachondeito, tanto del contertulio como de Javier (se llegó a decir que yo no había entendido la contestación de Marcelino), copio la pregunta y la respuesta:
Pregunta: ¿Eso quiere decir que ya tiene pensada la persona que le puede suceder en la candidatura a la presidencia de Aragón?
Respuesta: En su momento, yo seré quien proponga el nombre de la persona que deberá asumir esa responsabilidad. Lo haré siguiendo los pasos que estoy dando de hablar con los dirigentes federales, provinciales y autonómicos. Mi propuesta será responsable y convergente.
Pues eso, que problemas cognitivos no tengo. Y por supuesto, a mí no me lleva nadie a ningún sitio para representar ningún papel, que no soy un mono de feria.

Louisiana en Remolinos


David Giménez, responsable de El Imperdible, un coqueto garito de Remolinos, siempre se ha preocupado por mantener una programación atrevida y variada para sus parroquianos, además de ser uno de los responsables del ya señero festival Sal a Remolinos —en el que este año participan, entre otros, Controversy y Los Peces—. Y qué mejor para el primer domingo de agosto que Louisiana, la banda de Luis Cebrián (Nubosidad Variable, Experimentos in da notte o La Banda del Flaco) y Ana Muñoz. En formato acústico —faltaban las percusiones de Dani Cebollada y la melódica y teclados de Räro dj— Louisiana mezcló versiones con temas propios, elegancia lírica con arabescos en los arreglos, juegos de voces con interpretaciones solistas cargadas de la emoción de un songwriter. Abrieron el concierto con una miniatura llamada Nadador, un verso hipnótico del poeta Jesús JiménezAna Muñoz, que también destaca por sus palabras, que es la poetisa más prometedora de su generación, ha musicado a varios de sus contemporáneos, pero sólo la inmensa calidad y admiración por Jesús Jiménez ha hecho que por ahora sólo esta composición vea la luz—, después dos temas propios, El mito de Eva y No hay valor, densos, cultivando la melodía hasta el infinito. La siguiente canción fue una versión a dos voces de Julio de la Rosa, A pleno sol, de su primer disco solista MOS. Escalofriantemente bella, aunque si algo provoca una emoción realmente intensa al que firma esta crónica, es escuchar a Luis Cebrián cantando Noches reversibles de Love of Lesbian. Como si Santi Balmes hubiera escrito la letra pensando en el líder de Nubosidad Variable y como si Luis Cebrián hubiera nacido para cantarla. Ana Muñoz acompañaba con una segunda voz, punteando magníficamente el estribillo y alimentando las armonías con pinceladas de clarinete. Louisiana van a grabar un EP próximamente, auspiciado por Aragón Musical y Virtualbum, bajo la producción de Rafa Domínguez — siempre enorme tras los controles, sólo hay que escuchar el material más reciente de Estige, Zarápolis o Copiloto para darse cuenta — y uno de los temas que se incluirá será El cuento de la princesa y el guisante, que fue el siguiente dentro del repertorio de la noche. El primer tema que Louisiana ha registrado en estudio es una versión del Summer wine de Nancy Sinatra y Lee Hazlewood, bajo el auspicio del proyecto Atmósfera Margot y cuenta con la producción de Nacho Serrano —teclista de Niños del Brasil—, la versión que pudimos escuchar en Remolinos es la más pura, clarinete, acústica y dos voces, la marca primordial, el auténtico espíritu de la melancolía. Después cayó un tema de Radiohead, muy intenso y esas cosas, pero qué queréis que os diga, a mí la banda de Thom Yorke me aburre bastante. Además, para aumentar el nivel de penetración confesional prefiero Reformulación de Daddy, con la pluma de Ana Muñoz alcanzando cotas de hermosísima cadencia emocional. A continuación dos temas de sendas bandas aragonesas, el magnífico No sé si existo de Estige (enganchado con fragmentos de El Ojo Espejo de Maga) y Vidrio, de El Polaco —nunca entenderé por qué esta banda no triunfó, canciones y sonido perfecto...revisión, homenaje, cualquier cosa para que El Polaco siempre esté presente en nuestras vidas—, maravillosamente interpretado a dos voces (“primero comeremos, después haremos el amor”). Con Sinestesias y la cara instrumental del Nadador, también conocida como Nadador II cerraron un recital de alta graduación poética, fiel reflejo de un universo complejo, enhebrado a partir del caos primordial y melódico de Luis Cebrián y la lava efervescente de Ana Muñoz. Esta noche voy por ti...

Crónica de los Niños del Brasil en la FNAC


Los Niños del Brasil por primera vez en acústico. Un evento memorable, para fans e iniciados, para público nuevo y veteranos con años de carretera al lado de la banda zaragozana. El Fórum de la FNAC recibe a los tres miembros originales: Santi Rex (micrófono y pandereta), Nacho Serrano (programaciones y teclados) y Antonio Estación (bajo acústico) acompañados para la ocasión de sendos guitarristas, Ivanjoe (guitarra eléctrica) y Quico (guitarra acústica y coros). Con la excusa de presentar la cuidada edición limitada en vinilo de Géminis (303 copias numeradas) la banda interpretó una selección de su nuevo material, empezando por Ni por viejo ni por diablo, un tema excepcional, construido sobre un estribillo redondo, sonó agresivo, nuevaolero, casi se podía masticar. Las calles de Teruel, con los loops lanzados en directo, con pinceladas de distorsión sobre las líneas de bajo de Antonio Estación, sonó todavía más épica que en el plástico y la delicadeza lírica de El Recuerdo de tus labios, revestida de ropajes orgánicos, alcanza su cenit con la voz de Santi Rex acompañada de los coros de Quico. La pureza narrativa de X se adapta perfectamente al formato acústico, el fraseo de Santi Rex es magnífico, recordando al Peter Murphy más intimista o a Ian McCulloch en las fases más “coheninas” de su carrera solista. Eres alma, la canción que jugaba con algunas de las referencias utilizadas por Niños del Brasil en el Imperio de los Sentidos, se desmenuza en un hermoso medio tiempo. Delirios, con su ritmo pausado, cristaliza perfectamente en una letanía narcótica. Después de amagar el final del concierto con Estrella Fugaz, Niños del Brasil aparecieron para revisar Sexy e interesante con un sonido pantanoso, entre Jace Everett y un Chris Isaak despojado de almíbar. El único pero del concierto fue que no se decidieran a llevar a este formato, en el que las canciones se sostienen por su pura arquitectura, alejadas de florituras de producción, alguno de sus temas más conocidos. Esperemos que en su próxima presentación en la FNAC de la capital de España se animen con Amor y Espinas o Sed de Venganza. Sería fabuloso.