miércoles, 25 de diciembre de 2013

Historia de la música pop en Aragón: estreno el 29 de diciembre, domingo en Aragón Radio

Desde Espíritu de Margot, la sección que realizo en Comunidad Sonora de Aragón Radio, hemos realizado tres programas monográficos de una hora cada uno en los que recorremos tres décadas de música pop en Aragón. Ha sido una petición desde Aragón Radio, siempre preocupados porque la música aragonesa tenga presencia en las ondas y, la verdad, ha sido muy sencillo pero muy difícil a la vez. Parece que tres horas da para mucho, pero para resumir tres décadas...buff, ha sido complicado. Y se ha quedado fuera mucha mucha mucha buena música. Eso sí, todo lo que hay...es. Es grande, hermoso e histórico. 

Estrenamos el domingo 29 de diciembre a partir de las 20h, pero lo irán radiando más días (e imagino que lo colgarán en un podcast). 
Un lujo, todos estos años de gente y radio. 

Maxi-memoria

Solo he escuchado a tres personas en mi vida usando el prefijo maxi: Santi Rex, Juanjo Javierre y Miguel Mena. Los tres para referirse a ese formato, pasión de nigromantes pop, que se utilizaba para albergar remezclas en las grabaciones musicales de los años ochenta. Sitios donde conservar la memoria, formatos extraños y bellos. Miguel Mena es maestro. Acaba de publicar un libro precioso: Micromemoria. Son pequeños fragmentos de una vida en la radio. Todas las personas con las que he compartido micrófono en la radio se han convertido en amigos: Juan Luis, Olivier, Miqui, Alberto y, claro, Miguel. Miguel Mena le preguntó a Félix Romeo qué tal lo haría yo delante del micrófono recomendando conciertos para los fines de semana en Aragón. Félix le dijo que lo haría estupendamente. Ahí sigo, con Miguel. El que no sigue con nosotros es Félix, que murió un viernes del 2011. Al día siguiente, estaba tan perdido, que acudí al estudio de Radio Zaragoza cuando Miguel terminó su programa solo para que alguien me diera un abrazo. Recuerdo que una vez mi madre me dijo que mi padre se emocionaba cuando me escuchaba charlar con Mena por la radio. Mi padre y yo hemos escuchado mucho la radio juntos y hemos escuchado mucho juntos a Mena. Creo que piensa que si Mena me deja estar junto a él es que mi padre ha hecho algo bien educándome. Miguel Mena tiene una memoria prodigiosa y yo siempre le pido que me cuente mis anécdotas favoritas: el día que acompañó al batería de 091 hasta su hotel después de una noche de juerga, el día que entrevistó al cantante de Talking Heads, David Byrne y que fue uno de los niños-figurantes en una película mítica del cine español: Un dos tres, al escondite inglés de Zulueta. Una vez Santi Rex me pidió que le robara un maxi single de los Pegamoides que Miguel tenía en su discoteca de Trasmoz. Me dio vergüenza, se lo conté a Mena y el día de mi cumpleaños le trajo a Santi el maxi de regalo. A Miguel Mena le encantan los juegos de palabras, por eso el guiño con el título de la columna. A veces parpadeo y me imagino sentado con Miguel a principios de los ochenta, de invitado en Parafernalia e imagino las canciones que pincharía. Me perdí la presentación del libro de Miguel Mena porque quería ir al baloncesto con mi padre. Cuando se lo conté Miguel lo entendió perfectamente. Otro recuerdo que guardo.

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del jueves 19 de diciembre de 2013

Pisa

Como los que solo ven ciclismo cuando llega el Tour de Francia, los españoles de a pie solamente se rasgan las vestiduras cuando aparecen los resultados del informe Pisa. El informe Pisa, como una carrera de sacos, a ver quién llega antes a meta. El informe Pisa, malos los profesores, malo el ministro. Con el informe Pisa exculpamos al alumno por lo tendencioso de las preguntas y nos olvidamos del despropósito ombliguista de las regiones que obvian todo lo que se encuentra fuera de sus límites (algún día serán fronteras). Con el informe Pisa, manos a la cabeza, hay que exigir más esfuerzo, ¿a quién? A todos. Yo, que llevo pocos años en el cuerpo pero toda una vida rodeado de maestros, exijo mi culpa proporcional y propongo a los lectores que hagan el cálculo con una sencilla regla de tres. No, no intenten agachar la mirada, no me hagan como mis chavales de la ESO...al final no mirar a los ojos es mucho peor. Compartimos la responsabilidad, por supuesto. Menos a mis padres, que se entregaron a la docencia con una intensidad que solo decayó en los últimos años sometidos por un maremagnum que mezclaba lo digital con un paganismo disfrazado de laicismo. Repartamos, por supuesto, que aquí hay para todos: para los padres solícitos cazadores de los mínimos, que se engañan una y otra vez; para los hijos, acostumbrados al todo hecho y al esfuerzo minísculo; a los ministros del sector y claro, también al docente, hoy envuelto en verde, pero lustros atrás, en el silencio cómplice de la bondad tecnológica y el imperativo legal. En esta educación española de siglas, acrónimos y mareantes bilingüismos de saldo. Lo importante es que sean felices...lo importante es que aprendan y eso conlleva un esfuerzo, una molestia. Sí, memorizar y repetir o, en nomenclatura más engolada, interiorizar y mecanizar. Eso cuesta...en la próxima tutoría les voy a poner un viejo episodio de FAMA, a ver si les transmito la mirada del Tigre. Qué ochentero todo. Qué pre-LOGSE todo. Al final, el único responsable, como siempre, el General Armada. Anda, vete a tu cuarto a estudiar.Tampoco era tan difícil.

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del 5 de diciembre del 2013

jueves, 21 de noviembre de 2013

Más grande que la vida

El sábado estuve en el Poeta Eléctrico. Actuaba Cretino, el alter-ego del músico y humorista Luis Cebrián. Una cava de luces imposibles para iluminar el escenario. Canciones que son la vida. Canciones que son más grandes que la vida. Luis Cebrián y su banda salieron a ritmo de funk, de pastosa música disco. Luis hablaba con tono de predicador voluble: cada momento cambia su credo. Es parte de la nueva religión híbrida. Imaginad un repertorio en el que se mezcla Radiohead y Raphael, duetos imposibles entre Víctor Manuel e Iván Ferreiro y chistes sobre Intereconomía. Una y otra vez, en la misma semana que vuelve la incertidumbre a la educación aragonesa con el vaivén despreocupado de nuestra consejera, Luis cantaba una y otra vez: "We don't need no education". Más y más ladrillos en la pared contra la que nos golpeamos. Luis Cebrián es la voz de una generación harta, que espera que mañana sea mejor...mejor que que no haya mañana. Poesía en acordes sincopados, sección rítmica en un supermercado expropiado, flautas dulces porque a nadie le amarga un “me gusta”. En la compleja tela de araña en la que se convierten las vidas digitales, el trasunto del bufón ya no señala la desnudez del emperador, se ríe de sí mismo porque ha aceptado sus cadenas y cobra por llevarlas y mostrarlas al público. Cretino rompe el espejo para asegurarse de que todas nuestras caras vuelvan a su estado natural de distorsión: Tan absurdo como estudiar para funcionario en un país que no existe, como galos atrapados en nuestra aldea solo tememos a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas. A esto hemos reducido nuestras vidas. Un parpadeo y una sonrisa. Hacer cuentas para tener un hijo. Tomarte un café con tu padre y hacer planes para la próxima temporada del CAI Zaragoza. Suplir la apatía del domingo tarde con la alegría de tener trabajo el siguiente lunes. Seguimos apretando los puños entre montañas de basura. Nuestra vida como una canción de los Planetas. Tenemos miedo pero no dejamos que nos domine. Cuando ya no queden mecheros ni batería en los teléfonos móviles, la luz de Cretino será lo único que ilumine nuestros corazones. 

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del jueves 21 de noviembre del 2013

martes, 12 de noviembre de 2013

D.A

Ya solamente hablo de los muertos. Robo todo lo que puedo, sus recuerdos, su forma de andar, robo de mi cerebro la imagen del gintónic en un bar pijo al lado del Hotel Corona, un bar de dos pisos. El gintónic reluciente, enorme, inabordable. Las seis de la tarde o más. Hablábamos, yo hablaba poco, pero hablábamos. Están los muertos, están los recuerdos. Está la matemática, Turing, Javier
Aquilué, Luis Cebrián, las bases de Malatesta. Los muertos no piden responsabilidades, los vivos sí. Saldaña y Cebrián. Cebrián y Saldaña. Estoy asustado, miro debajo de la cama, todos los días, todas las noches. Ana no lo sabe, Ana no se da cuenta. Cada tarde que pasa, en el silencio culpable, es una tarde que se evapora. Y deja sal, cristales de sal. Hoy tenía guardia en la biblioteca del Instituto. Una biblioteca horrenda, con libros llenos de signaturas plastificadas, sucias muy sucias. Libros clásicos que nadie lee y libros modernos que nadie lee y juegos del hambre y la metamorfosis y Bécquer y Góngora y alumnos que llegan castigados y silabean historias con faltas de ortografía. Y hace mil años yo estaba del lado de Jota y del lado de Luque, del lado de los poemas quemados por sol de Ismael Grasa. Yo miraba al sol y me imaginaba dentro de una canción de los putos Mestizos y de los putos Proscritos y ellos, los malos alumnos, siguen silbando y silbando sus historias llenas de faltas de ortografía. No os maldigo porque me dais de comer, porque pagáis los vicios que ya no tengo...cintas de cassette, películas de vhs, Kerouac y Dylan y Celentano y los pantalones de pana de Celentano y Guinda y Carnicer.

El Teorema Chino del resto. Va a sonar la campana y encuentro este libro, el libro de Félix. La canción de New Order, la canción de Bunbury. Una lista de spotify para tu muerte. 

te extraño. 

viernes, 8 de noviembre de 2013

Retroactivo

Uno de esos adjetivos que se utilizan siempre en el mismo entorno semántico. Uno solamente ve lo retroactivo en la Ley. Las leyes polémicas, las puertas abiertas de las cárceles: una etarra en el coche de su abogado mirando a la cámara, como un homenaje a la "Broma Asesina" de Alan Moore. Entre el Joker y Batman hay una línea muy difusa, como entre la ETA y el GAL, pero entre el Joker (el Guasón lo llaman en Latinoamérica, me encanta) y el inspector Gordon, el comisario jefe de la policía de Gotham (Ciudad Gótica, mucho más hermoso) hay un abismo. Gordon sigue las normas, las cumple, es metódico en su lucha contra el crimen, pero no rebla (que decimos en Aragón). Nadie puede echarle nada en cara al comisario Gordon, aunque a veces, cuando se queda solo, a última hora, en la comisaría, se echa a llorar. Los que han salido y los que van a salir son un símbolo. Un símbolo del bien frente al mal, de la Justicia con Jota mayúscula. Treinta años tras las rejas y tu vida , miserable, espero que dure lo suficiente para que te arrepientas. Porque entonces todavía te quedarán algunos años para darte cuenta de todo el mal que has hecho. Retroactivo no vale, es falta en ataque, es cambiar las normas del juego una vez empezado. Podemos, y debemos, analizar las posibilidades legales de los juegos malabares, pero la realidad es la que es: Estrasburgo manda porque se nos ha llenado la boca con la palabra Europa durante las dos últimas décadas. Me río de la soberanía nacional en una nación que no existe, en una nación en la que te abuchean si te declaras patriota, ¿qué vas a esperar? Esperas lo peor y aciertas, esperas que los sindicatos no se gasten el dinero de los parados en mariscadas pero lo hacen. Ciudad Gótica, a Halloween pasado todos seguimos con el maquillaje en los ojos para que no se note que los llevamos hinchados de tanto llorar. Qué duro ser progre en la noche de Todos los Santos: Decidirse por una fiesta católica o una fiesta yanqui. Se impone el Imperialismo. Yo hace años que me vendí a los USA. El otro día le pasé el PIN de mi móvil a Obama. Que no trabaje. No se tomen a broma esta columna porque hable de tebeos. Los tebeos son importantes, son como la vida: no por ser en blanco y negro tiene que ser peor.

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del 7 de noviembre de 2013

viernes, 25 de octubre de 2013

Censura


Están prohibidas las fotos de toreros en las calles de Barcelona. Toreros tuertos, atávicos, supervivientes de la lidia. Se censura porque el capote tiene color rojigualda. Censura, nos llevamos las manos a la cabeza, censura en una foto, una cruz sobre el cartel. Encendemos la grabadora y Albert Plá emite exabruptos que provocan solamente a medias. Tiene mérito, Plá lo ha hecho fuera de casa, Pepe Rubianes lo hizo jugando en casa y todavía levanta loas y aplausos entre la progresía estatal. Gijón tiene mayoría del Foro de Asturias. A la gente que vota a Foro de Asturias no le gusta que alguien sienta asco por ser español. Y lo censuran. Lo censura el pueblo de Gijón. No todo el pueblo, Octavio. El pueblo de Gijón representado por sus ediles. El pueblo de Barcelona, Cataluña plural y todo lo que quieras, pero los votos son los votos. Y la censura, censura. La mejor censura del mundo es la que uno se autoimpone. Ese es el silencio más miserable. Peret y Dyango han sufrido hasta hoy, hasta ayer. Albert Plá, intoxicado de rumba, grababa LP´s para charnegos y solo insulta cuando juega en casa. No sé si es autocensura o provocación. A mí me han censurado tres veces. La primera fue en un periódico musical. El que mandaba entonces dijo que lo que había escrito no iba con la línea del periódico. Señalaba una raya invisible sobre el suelo. No supe en qué momento la había saltado. Ahora no manda él. Espero que las cosas mejoren. Desde ese día no volví a escribir allí. Hace mucho que lo de Cataluña se nos ha ido de las manos. Pero hace mucho más que existe la censura. A mí me han censurado tres veces, creo que ya lo he dicho. Los tres medios eran dirigidos por gente que se declaraba de izquierdas. Pero eso es una anécdota, porque en Cataluña y en Gijón manda la derecha y también silencian. ¿Deberíamos asumir la censura como algo inherente a la sociedad occidental? El domingo se presenta Por qué escribo, el documental que han hecho sobre Félix Romeo Gaizca Urresti y Vicky Calavia. Una vez, en la televisión, Félix Romeo dijo que en los países musulmanes no había libertad y eso no podía permitirse. Hubo gente que tembló y trató de que se callara. En el mismo estudio. Me hubiera gustado charlar con él sobre este tema. Seguro que me hubiera animado a no callarme. El silencio es el peor de los crímenes.

Columna aparecida en el Heraldo de Aragón del jueves 24 de octubre de 2013