Patxi Irurzun es uno de los renovadores de la narrativa española de los últimos años, practicante e introductor del realismo sucio. Desde un alma de vocacional fanzinero nos entrega una nueva novela ¡Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! , un libro sobresaliente. La vida de un barrendero de Pamplona, que tras una incursión en las catacumbas lúbricas de la isla de Cuba termina dentro de una red de porno amateur y recorriendo el mundo para demostrar sus privilegiadas condiciones frente al objetivo de la cámara es la excusa perfecta para que el humor negro de Irurzun aparezca ,y nunca mejor dicho, en escena. La maestría de Patxi para la caricatura es absoluta e incluso en los momentos más decadentes, la ternura que exhalan las páginas y la habilidad para el juego semántico hacen de esta novela una de las más sólidas en la trayectoria del autor navarro. Sin miedo a lo explícito, las obsesiones de siempre: los garitos, el alcohol caliente, los días que se repiten como salidos de una fotocopia estropeada...pero sobre todo la búsqueda del amor, sea en las circunstancias que sea, de la compañía vital para sobrevivir a un mundo donde la basura se acumula amenazante, esperando el menor descuido para cubrirnos. Apartado de cualquier conato de puro anecdotario, el texto de Patxi Irurzun es un dietario emocional, una novela de viajes trash, un libro que se lee con una sonrisa en la boca (e imagino, por lo preciosista de las descripciones, con una sola mano), disfrutando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario