La primera vez que vi a Igor Paskual fue en un concierto de los Babylon Chat en la sala Morrissey. Eso era buen rockandroll...se les jodió el bajo e hicieron una versión de Thunders con guitarra y batería...me descubrió a los Dolls...tocaba como si estuviera en el CBGB y a mí me lo hizo creer. En el número 0 del Confesiones de Margot había una reseña de ese bolo. Después me compré el Bailando con Brando y todavía lo llevo en la bolsa de pinchar...siempre que se puede y el garito lo permite cae Viciosa. En este mundo del rockandroll es complicado que todo el mundo hable bien de alguien...pero con Igor pasa. Luego una fiesta del Confesiones en la Casa del Loco, con los Dos Lunas en metamorfosis en la The Medicine Show Revue salió y se tocó un Personal Jesus a ritmo de country que ni Johny Cash. Después en el Candy Warhol demostró que, además de ser una estrella, era un tío majo y cercano, nada de estrellitis. Hay una foto mítica subido a la barra del bar de Frisa brutal... luego en la boda de Rosina y Antonio cantando temas de Sabino Méndez con Jose Lapuente y bailándolo todo...se hizo un Troglodita, aprendió de Guille Martín, se licenció con galones y grabó Balmoral. También tocó Ziggy Stardust con unas Arañas de Marte berlinesas un poco flojuchas, pero con gusto y algo de rasmia. Escribe con mucho gusto, es comprador del pack de Munster del baby Ramones y un tipo cojonudo. Y ayer Gustaff Choos nos hizo esta foto. Colección de favoritas.
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