Una buena armónica para empezar la fiesta, una voz que surge del abismo para pedir libertad y unos coros femeninos cargados de urgencia, no está mal para abrir el EP de The Smoggers, Set me free es un corte de yeyé arcano, de esos que nos hacen seguir creyendo en la religión de lo analógico. Seguimos con Silent spring, con la vena del cuello surgiendo como una advertencia, de ritmos básicos, herético, el amplificador en la esquina de la cueva y la frase fundamental: I wanna, I wanna. Aceleramos hasta She says "I dont care" con solos de guitarra esqueléticos, salvajismo de Malasaña y esa armónica blusera que te llega hasta el hueco que dejó tu alma cuando la vendiste al demonio. Waiting for you love, con los bajos retumbando, aguantando este mono que tengo de ti mientras escucho a The Smoggers. La cara b, como no podría ser de otra manera, se abre con un tema de muertos vivientes, Reverb Zombies, con el sabor twang de una banda sonora imposible de una película de serie Z de la que sólo existe un cartel arrugado en el local de ensayo. Hello, una declaración de intenciones, nos relamemos esperando a que la luna llena aparezca sobre el pantano porque será el momento de lo sucio. Como un aullido que recorre la noche, así son Dirty Lives, invocación a Screamin Jack Hawkins, las marcas del vudú, la sangre caliente y cerramos con The Losing Games, con el fantasma epiléptico de Lux Interior marcando el ritmo
El disco, grabado en los Estudios Circo Perrotti de Gijón, tiene el sabor añejo de las grabaciones analógicas, esas que solo suenan bien con el corte de acetato del vinilo. Garage del bueno, del que te hace bailar hasta que las extremidades deciden montarse la fiesta por su cuenta, porque sí amigo, Smoggin´your mind de los Smoggers te fundirá el cerebro... si todavía no se te lo han comido los zombies.
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