Yo no diría que es ahora... más bien lleva un tiempo gestándose y desarrollándose de manera clara. Yo colocaría un comienzo en el año 2005, más o menos, un lustro... la aparición de editoriales independientes, la formación de bandas de rock recitado o de poetas que recitan con música en los bares (Puritani, Donoso y los Betorringas, Experimentos in da notte, Rabanaque con los Dadá, Javier Carnicer &Justo Bagüeste, ahora Delirium Tremens...), la mezcla de estilos, disciplinas... los primeros espectáculos de El Sótano de Dios auspiciado por La Caja Nocturna o Voces de Zeta que montaron Confesiones de Margot.Los encuentros de este Jueves poesía, con las visitas de Sofía Castañón, de Enrique Cabezón, Lucas Rodríguez, la presentación de Hank Over en el Interferencias, Mar de Dios, Candy Warhol... recuerdo el montaje de Jose Luis Esteban y JJGracia de No siempre fue tan feo con textos de Vilas y Miriam Reyes... la llegada de Giorno y su recital de maestro beatnik en el Páramo... los recitales de El Chorrito de Plata, con Julio de la Rosa, las bandas del spoken... todo esto lleva tiempo, creando tejido, público, promoviendo la escrictura y la edición.
¿Hay o ha habido algún fenómeno específico que permite ser optimista sobre el lugar de la poesía?
La aparición de editoriales de poesía independiente en estos últimos cinco o seis años ha sido, sin duda, un punto de inflexión. Empezando por El Chorrito de Plata, por supuesto Eclipsados, algunos títulos de Olifante, la colección Resurrección, la vuelta a la actividad de Lola Editorial... más las autoediciones, la cercanía de la gente de Logroño (sobre todo 4 de Agosto, donde publican autores aragoneses y los riojanos que publican en Aragón)... el Parque de Atracciones de Ediciones de El Imperdible.
¿Podría decirse que hay una revitalización, una resurrección, que la poesía es una forma nueva-antigua de transgresión y rebeldía?
No veo tanto el papel de transgresión y de rebeldía como el de deseo de narrar, de llenar de palabras la vida, de provocar emociones... es el salto cualitativo, el escapar de las formas académicas, las ediciones de transfondo exclusivista, perversamente clásico... y saber que hay algo más, rock, cine, recitado, fotografía... siendo especias y parte del cóctel poético contemporáneo.
Qué líneas de trabajo, qué estéticas son las dominantes ¿Cómo es el lenguaje?
Lo junto en una sola pregunta... no hay estética dominante, desde el hermetismo más académico, la exaltación de la arquitectura de las palabras como base de la poesía hasta el realismo sucio, la revisión del beat, el postmodernismo, la hibridación, la poesía de la experiencia...la desfachatez del que se forma leyendo a sus contemporáneos o buscando una métrica y un ritmo más inspirado en la matemática del pop que en las formas clásicas...
¿Han sido, están siendo importantes los premios?
Bueno... todo depende. Pero siempre están bien. Aunque son eso, premios. Que cada un juzgue, no ya el ganador, más bien los jurados... y lo políticamente correcto.
Autores, libros de referencia, maestros.
Me gusta pensar que en este movimiento poético actual hay una característica que lo hace coherente y auténtico...no existe la ansiedad por la destrucción sistemática de los mayores...todo lo contrario, se les admira, relee y comparte mesa y mantel con ellos. Eso da una solidez muy grande... y crea una atmósfera perfecta para el renacimiento de la poesía. Aquí ya juego en la respuesta a título personal: En Aragón, Manuel Vilas, Ángel Guinda, Sergio Algora, Dolan Mor y Manuel Forega. En España: Pablo García Casado, Luis Alberto de Cuenca, Leopoldo María Panero... y los contemporáneos, de los que hay que alimentarse también: Enrique Cabezón, Vicente Muñoz, Lucas Rodríguez, Elena Medel, Sofía Castañón, Miriam Reyes, Mercedes Cebrián...
¿Cuáles han sido los dos o tres libros importantes del último lustro? Si de pueden describir un poco mejor.
Cinco años...
Fundido en negro de Jesús Jiménez...porque es un libro que te golpea fuerte. Abierto, moderno, trabaja todas las influencias posibles, desde lo más culto hasta lo más cotidiano, el cine, la música y a pesar de mezclar y revisar casi de manera agotadora ciudades, culturas, movimientos... es extremadamente coherente, personal y tiene un poso de obra conceptual que quita la respiración.
Resurrección de Manuel Vilas: el estallido, la marejada... parte de la trilogía básica que comienza con El Cielo y termina con Calor, pero la segunda parte, como casi siempre en las trilogías es la mejor. Zaragoza desde una perspectiva delirante, el narrador que se mueve y desenfoca a conciencia hasta que no sabes quién habla, quién lee, quién escribe, postmodernidad, la hibridación, el ritmo salvaje...
Ademenos de Manuel Martínez Forega: podría hablar de Ángel Guinda también, pero este libro de Forega es, en mi opinión, muy importante... es un libro abierto, emocional y sensible, de línea clara, poderoso en los ritmos... un libro para el ayer, para el hoy y para el mañana. Poemas contundentes sin un ápice de autocomplacencia, se nota en la lectura el poder y la capacidad de manejo del lenguaje del autor pero también se percibe que no hace ostentación del mismo. Y eso, en los tiempos que corren, se agradece. La belleza está en otros sitios.
...en otros sitios, sí.
ResponderEliminarAhí le has dado, lady...
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