La imagen de Rosa Aguilar avisando de su abandono de la alcaldía de Córdoba para apuntarse al vientre calentito de la gran loba socialista me ha recordado esas rupturas cobardes en las que uno manda un traicionero y sucinto sms a su pareja. Supongo que ella se sintió mal un rato y luego...bueno, las personas cambian, buscan canales más efectivos para servir a la gente… las máquinas de generar excusas son de las pocas que mantienen la producción en España. No es la primera vez que sucede: desde las orejas gachas de Tierno Galván mientras Felipe le introducía las llaves de Madrid en su gabardina moderna, hasta Julio Anguita esquivando avergonzado a López Garrido y a la íntegra -la más íntegra, la integrísima-Cristina Almeida en los pasillos de las Cortes. Siempre la misma sensación, políticos ansiosos de poder, el voraz PSOE-PP que como un pesebre al que todos desean arrimarse se erige como una mixtura gigante en la que cualquier cosa vale. Una cosa es que Izquierda Unida ahora sea una broma, con su actitud de seguidismo descontrolado y errático, con un “programa, programa, programa” que tiene más remiendos que propuestas y otra que vendan por piezas los restos del naufragio. Dicen que Roma no paga traidores, pero el PSOE no les hace ascos. Aunque si en la capital italiana el heredero del emperador, un Berlusconi de cabello implantado y porte de macarra mediático, propone a unas Mama Chicho de formas rotundas y pelo oxigenado como cabezas de lista (Mama Chicho queda muy antiguo, mejor grandes hermanas o especialistas de vodevil con unos cuantos posados robados detrás) de qué nos podemos sorprender. Nos encontramos con una Europa en la que se asume un límite para lo moral en política situado en la estricta legalidad. ¿Qué nos queda por ver? ¿a la presidenta alemana en top-less? ¿Un candidato que se propone a la alcaldía y a la presidencia y luego, si eso, decido? Anda, mira que eres exagerado Octavio.
Columna aparecida el 7 de mayo en el Heraldo de Aragón
Hace unas semanas estuve en Cordoba, el azar me llevó hasta las inmediaciones de Rosa Aguilar y, como cuando era adolescente le grité, que para eso es famosa. Le dije: Necesitamos tu integridad para asuntos nacionales. Lastima,no me hizo caso.
ResponderEliminarY como ya viene siendo habitual en estos comentarios liberales se te olvidan algunos ejemplos, para ser un poco menos sectario en eso de ser bueno-malo; o patriota-traidor; así que te recuerdo un nombre y lo buscas en la wikipedia: Cristina Alberdi, que también cambió, pero en la dirección opuesta. Lo digo porque la frase "Dicen que Roma no paga traidores, pero el PSOE no les hace ascos." me ha parecido incompleta en cuanto a siglas.
Pero volviendo a Rosa, me gustaría, después de tanto piropeo para la actual consejera que le dedicases uno de estos comentarios liberales hablando de su gestión, cuando la haya, en las infraestructuras andaluzas y otro, cuanto antes, sobre su trayectoria política, ya sabes, algo en profundidad, sin las ligerezas y encorsetamientos de estas breves y refrescantes pinceladas en el periódico decano de la región.
Y más ideas Octavio por favore que la pinza fue muy coyuntural en lo político,cutre en lo estético e irrepetible con Mariano, ahí tienes al mayor de tus piezas que aunque cabizbajo con Garrido, anduvo muy listo con aquellos cafés en la rotonda del congreso... ¡todo por la patria!
Y Berlusconi, querido, se mecere un artículo enterito, más que nada porque la honorabilidid de Rosa Aguilar no marida bien con la catadura del Cabalieri (o como se escriba)
Salu2 córneos
PD: Me he alegrado mucho al leer este artículo porque cuando el miércoles pasado no encontré tu firma en las páginas del Heraldo pensé en una carta de protesta.
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ResponderEliminarLa política...ay, que humano es todo...
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